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Reportaje:

Viento del Este

Los empleados de Valeo acogen con estupor un cierre que se les negó hace apenas unos días

Desinformación y estupor: dos sensaciones hermanadas en uno de los cabos sueltos de la cadena internacional de producción de valor. En las últimas 24 horas, la plantilla de Valeo Iluminación, SA, de Sant Esteve Sesrovires ha recibido la noticia del cierre definitivo de la fábrica, y sin apenas tiempo de reaccionar, sus representantes sindicales se han metido de lleno en la negociación para recolocar a los 262 empleados de esta planta.

La factoría de Valeo Iluminación en Sant Esteve forma parte de la rama dedicada a la fabricación de sistemas de iluminación del grupo internacional de origen francés Valeo, especializado en componentes, sistemas integrados y módulos para automóviles y camiones. En el sector de los componentes, el viento viene del Este. Sufre una profunda transformación a causa de la aparición de nuevos competidores en el mercado europeo, todos ellos con plantas de producción en países de Europa del Este.

"Nos pidieron que aguantáramos años con los salarios congelados y no ha servido para nada"

"Muchos de mis compañeros reciben atención psicológica. Nuestras esposas, ni lo cuento. Ésta no será una buena Navidad". Las palabras son de Rafael Hinojosa. Fueron pronunciadas ayer, al día siguiente del anuncio de cierre, en la puerta de la fábrica de Sant Esteve. Hinojosa lleva 37 años trabajando en Valeo Iluminación. Es del grupo de veteranos que vivieron el traslado, en 1992, del centro desde su anterior ubicación, en la Zona Franca de Barcelona, a la localidad del Baix Llobregat. "Nos pidieron que aguantáramos varios años con los salarios congelados para apoyar el lanzamiento de esta factoría, que entonces estaba recién estrenada. Lo hicimos, pero no ha servido de nada". A su lado, Juan Francisco Cruz recuerda que entró en Valeo en 1968, "cuando en la fábrica de la Zona Franca éramos unos 1.200 trabajadores", dice. Casi todos los empleados de Valeo Iluminación viven en el área metropolitana de Barcelona. Cada día hay cuatro servicios de autobús de la empresa entre la plaza de Cerdà y Sant Esteve.

Otro de los antiguos, Juan Antonio Talón, destaca que Valeo ha ido "desmantelando la planta" en los últimos tiempos, pero sin reconocer nunca "sus verdaderas intenciones". El propio presidente del comité de empresa del centro de Sant Esteve, Joan Carles Bermúdez, de Comisiones Obreras (CC OO), se muestra enormemente dolido por la falta de "estilo" de la multinacional francesa. "Les habíamos preguntados infinidad de veces si tenían intención de cerrar la planta de iluminación de Sant Esteve y siempre nos lo negaban. La última vez que nos lo negaron fue la semana pasada en una reunión del comité social europeo de Valeo". Quien ahora habla es Juan Roncero, de CC OO, uno de los sindicalistas de mayor prestigio e influencia en el sector de las empresas auxiliares del automóvil.

El fuerte viento de la cercana sierra del Ordal enrojece las mejillas de los hombres congregados en la puerta de la empresa, en el polígono industrial Anoia, un complejo de industria limpia situado en las afueras de Sant Esteve Sesrovires. A pesar del intenso frío, algunos han salido con la bata blanca que utilizan en la cadena de producción de faros y material eléctrico para los coches.

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La intemperie no afloja el ánimo de los que aguardan la llegada de François Batun, director general de Valeo Iluminación. Batun propone concentrar toda la producción de la división española de iluminación en la planta que el grupo tiene en Martos (Jaén), donde recolocaría a la mayoría de la plantila de Sant Esteve. El resto de los empleados quedarían afectados por bajas incentivadas y jubilaciones anticipadas.

Frente a este planteameinto de la empresa, los sindicatos exigen que se recoloque a la plantilla en los otros centros que tiene Valeo en Breda, Olesa y Martorelles. El toma y daca se alargará durante días. Mientras tanto, Batun, que ha recibido de la multinacional con sede en París el encargo de abrir una nueva planta de iluminación en Polonia, ha dado fiesta a la plantilla de Sant Esteve hasta el lunes "para evitar aglomeraciones en la puerta" y movilizaciones.

Los responsables sindicales solicitan la mediación de la Generalitat para impedir el cierre de la factoría. Es en vano. Los aires que llegan del Departamento de Trabajo, Industria, Comercio y Turismo apuntalan la doctrina de que la ley del mercado es la que rige. Y el superconsejero Fernández Teixidó es contrario al intervencionismo. Es el alcalde de Sant Esteve Sesrovires, Joan Galcerán, quien ofrece su brazo negociador para recolocar a las 262 víctimas del cierre. Por su parte, desde París, el cuartel general de la matriz de Valeo vincula fríamente el cierre de la planta de Sant Esteve al plan internacional de ajustes anunciado hace varios meses.

En estos momentos, entre las plantas de Martos (Jaén) y Sant Esteve Sesrovires se emplea a 2.039 personas. El volumen de ventas de la compañía en el ejercicio de 2001 superó los 335 millones de euros (el 42% en el mercado nacional). El Grupo Valeo, con presencia en 24 países, tiene cerca de 71.000 empleados. La división de sistemas de iluminación, que aporta al grupo el 10,7% de las ventas totales, cuenta con 11 plantas, situadas en Francia, Bélgica, Italia, Alemania y España.

La multinacional tiene entre sus clientes a Seat, Opel, Volkswagen, Audi, Porsche, Mercedes, Renault, BMW, Nissan, Suzuki, Ford y Mitsubishi, y ha diseñado sus planes de futuro a partir de las previsiones del mercado del automóvil para 2010, cuando se calcula que la producción mundial de coches será de 73 millones de unidades (en la actualidad es de 58 millones) gracias al crecimiento de los mercados de Asia, Suramérica y Europa del Este.

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