Participación cívica imposible en Retiro

- La N-VI, sin iluminación en La Navata. "Me llamo José Ramón Rodríguez", dice este lector, "y les telefoneo para contarles que las personas que utilizamos la carretera Nacional VI entre La Navata y Villalba nos encontramos por la noche este tramo de la carretara sin iluminación, al parecer por recomendación del Ministerio de Fomento. Si sucede algo a los automovilistas", añade, "será su responsabilidad", dice indignado.

- A la biblioteca, en barca. "Me llamo María Teresa y vivo en Majadahonda. Les cuento que me encanta ir a la biblioteca, pero cuando llueve es imposible entrar por el charco exterior que se forma, y por dentro hay ánforas, cubos y bayetas para recoger el agua procedente de las goteras que todo lo llena. Desde luego", agrega, "me gusta leer con el rumor de las fuentes, pero no de las goteras. El otro día hallé merodeando a una persona por el interior del recinto; le pregunté quién era y qué hacía; me dijo que era bibliotecario y que intentaba averiguar de dónde procedía el ruido de una gotera, de lo cual deduje que los bibliotecarios se dedican preferentemente a escuchar, primero, y neutralizar después, las goteras. Hay que entrar en barca en la biblioteca de Majadahonda", sentencia esta lectora.

- Trato caótico."Soy Rafael Rodríguez y les llamo para denunciar que considero inhumano, caótico y vejatorio el trato que reciben pacientes mayores de los hospitales militares", señala con indignación. "Es una vergüenza que a personas enfermas, de más de 80 años, las manden desde el hospital militar de Arturo Soria al Gómez Ulla, al otro lado de la ciudad, sin lugares para estacionar o transportes que conecten bien ambos sitios".

- Prolonguen el 'búho' a Mirasierra. "Me llamo Bartolomé y soy vecino de Mirasierra", dice un lector; "se trata de un barrio muy mal comunicado por el día, porque carece de metro, y también de noche, por la ausencia de cualquier bus nocturno que permita a los chicos regresar a casa. Se da la circunstancia de que en zonas próximas a Mirasierra pasa una línea, por lo que yo me pregunto: ¿podrían prolongarlo hasta nuestro barrio?".

- Participación ciudadana imposible. "Soy un joven del distrito de Retiro Sur y pertenezco a una red local que agrupa a casi todas las asociaciones juveniles del distrito", señala Ignacio. "Les telefoneo por lo que nos está ocurriendo con las normas de la participación ciudadana en las instituciones municipales a través de los denominados consejos sectoriales; éstos fueron creados para estimular la participación mediante iniciativas y sugerencias que, mediante un sistema de votos ponderados, pueden alcanzar incluso el nivel correspondiente para ser tratadas en pleno", explica. "Para que este sistema funcione, necesitamos unas acreditaciones, en forma de tarjetas. El problema surge porque desde hace más de un año llevamos solicitando estas tarjetas de participación y asistimos a que los responsables de dárnoslas, pese a tenerlas enfrente mismo de donde se encuentran, dicen que no nos las dan, y cuando mostramos deseo de participar, como al demandarnos las tarjetas no las tenemos, hacen imposible nuestro propósito; creo que asistimos a un gravísimo sabotaje de los derechos ciudadanos a participar en la vida política, y nos encontramos indefensos ante esta arbitrariedad".

- Causas y efectos de los malos tratos. "Me llamo Federico y les telefoneo porque me parece un poco injusto que al hablarse de malos tratos nadie o casi nadie", dice un lector, "hable de las agresiones psíquicas que se cometen contra tantos niños, y que, con el tiempo, tanta frustración, complejos y desequilibrios causan en la conducta adulta. Así que creo que sería más justo, y también más eficaz para saber cómo funciona un mecanismo tan dañino como el de los malos tratos", añade, "que se indague en sus causas, para poder erradicar sus efectos. Sinceramente", prosigue, "creo que los maltratadores tienen problemas psicológicos cuyas causas hay que descubrir. Por cierto, y sin que ello pueda justificar a ningún tipo de salvaje, creo que algunas mujeres irresponsables hacia sus hijos o sus parientes inducen una parte de estas conductas desviadas, mediante actitudes castradoras que impiden a los niños y adolescentes, incluso a algunos adultos, ser libres y, por ello, responsables de sus actos".

- Que le cojan miedo. "Ahora que ha habido cambios en el Colegio de Arquitectos", dice una lectora, "ojalá el Ayuntamiento le coja miedo y respete el patrimonio cultural y estético de los ciudadanos".