Berlín y París acuerdan una política común sobre Turquía

La cuestión turca centró ayer la reunión entre Jacques Chirac y Gerhard Schröder. El presidente francés y el canciller alemán se reunieron en la ciudad de Storkow (Brandeburgo) para afinar el eje franco-alemán con vistas a la cumbre de la Unión Europea (UE) de la semana que viene en Copenhague, de donde debe salir el compromiso para la histórica ampliación al Este. Schröder quiere también que los Quince ofrezcan a Turquía, al menos, una fecha para iniciar las negociaciones de adhesión.

"Hemos hablado mucho sobre Turquía", declaró el canciller Schröder tras la reunión. "Estoy seguro de que Francia y Alemania presentarán una propuesta conjunta en Copenhague sobre este tema, pero permítanme que no hable sobre Copenhague antes de Copenhague", señaló el canciller.

Horas antes de recibir a Chirac, Schröder declaró en el Parlamento: "El interés nacional de Alemania consiste en apoyar a las fuerzas que buscan una Turquía secular, en la línea del fundador de la patria, Atatürk, y que por tanto procuran que Turquía no derive hacia el fundamentalismo islámico". La posición de Francia es similar. Por respeto a las convenciones diplomáticas, el canciller afirmó que no quería dar más detalles antes de hablar con Chirac.

Tras pasar un periodo de enfriamiento, Francia y Alemania vuelven a cooperar estrechamente para marcar las líneas de la ampliación que tendrán que salir de la cumbre danesa. Ambos países ya han acordado otros temas, el más importante de los cuales consiste en mantener de momento la Política Agraria Común (PAC) ante las incertidumbres financieras que plantea la ampliación.

Pero el caso de Turquía es más complicado. Tras 30 años de relación frustrada, los líderes turcos están presionando ahora para que finalmente la UE les ofrezca al menos un calendario de negociaciones.