Homenaje a 51 valencianos que han sido víctimas del terrorismo por su entereza

Un total de 51 valencianos víctimas del terrorismo recibieron ayer en la sede de Delegación de Gobierno de Valencia las encomiendas de la Real Orden de Reconocimiento Civil por su "ejemplo" y "entereza", en un acto presidido por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Eduardo Zaplana, al que asistieron también el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas, el delegado del Gobierno, Juan Cotino, y personalidades del mundo de la política, la justicia y los cuerpos de seguridad del Estado.

Los homenajeados, víctimas valencianas heridas en atentados terroristas cometidos en distintos puntos de España, recibieron las encomiendas personalmente y, en caso de aquellos afectados que ya han fallecido, sus familiares. Entre los homenajeados se encontraba María Francisca Marín, víctima de un atentado el 20 de diciembre de 1990 en Valencia, que recogió el reconocimiento en silla de ruedas. Asimismo, asistieron como invitados familias de víctimas mortales de ETA, como Consuelo Fenollar, madre del concejal del PP de San Sebastián Gregorio Ordóñez, o Manuel Broseta, hijo del catedrático valenciano del mismo nombre, muertos a manos de la banda armada en 1995 y 1992, respectivamente, y que recibieron un homenaje recientemente en el Senado.

El ministro de Trabajo aseguró en su discurso que la sociedad española tiene una "deuda" con las víctimas de ETA por el "ejemplo" que han dado y afirmó que actos como éste "no son sino una muestra del compromiso y la solidaridad del pueblo español". Zaplana indicó que ante el terrorismo "no caben medias tintas: o se está en contra y con las víctimas o con los violentos y verdugos". José Luis Olivas dijo que asume la tarea de reunir "el sentimiento de triunfo contra el olvido y a favor de las víctimas". Olivas señaló que la Comunidad Valenciana "ha sido castigada con especial dureza" por el terrorismo, y Cotino hizo referencia al atentado de este pasado verano en Santa Pola, donde fallecieron una niña de seis años y un hombre que esperaba el autobús.