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Duisenberg deja entrever que el BCE bajará mañana los tipos de interés de la zona euro

El presidente del Banco Central recuerda que se mantienen los riesgos que frenan el crecimiento

Carlos Yárnoz

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el todopoderoso Win Duisenberg, insinuó ayer ante la Eurocámara que esa institución puede decidir mañana una bajada de los tipos de interés en la zona euro, ahora en el 3,25%. Duisenberg explicó que en las últimas semanas "se están reduciendo" las tensiones inflacionistas, por lo que la situación es diferente a la del pasado 7 de noviembre, cuando el BCE optó por mantener la tasa pese a que ya entonces había "razones a favor y en contra". Por el contrario, recordó que no han desaparecido los riesgos e incertidumbres que frenan el crecimiento.

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Mientras el griego Nikilaos Christodoulakis, actual presidente del Eurogrupo (ministro de Finanzas de la zona euro), y el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Pedro Solbes, se limitaban a recordar que es al BCE al que corresponde la última palabra al respecto, el titular holandés de Finanzas, Hans Hoogervorst, fue más lejos al asegurar que "hay margen para bajar los tipos de interés". Pese a su habitual prudencia, Solbes afirmó que la inflación "no es motivo de preocupación ahora", porque son países con peso menor en la zona euro (Irlanda, Portugal o España) los que sufren las mayores alzas de precios, mientras en países potentes como Alemania ocurre lo contrario.

Duisenberg auguró que, hasta comienzos de 2003, la inflación media en la zona euro seguirá por encima del 2%, pero que bajará después y se estabilizará, siempre y cuando no aumente el precio del petróleo y los salarios crezcan "con moderación". Y añadió que, aunque hay "una excesiva liquidez para financiar un crecimiento sostenido", no se traducirá "en presiones inflacionistas". Solbes precisó que en octubre ha bajado al 2,4% la inflación subyacente (entre el 2,5% y el 2,6% en los meses previos).

Por tanto, todo parece indicar que, en efecto, hay muchas posibilidades de que el BCE opte mañana por bajar los tipos, una noticia que esperan con ansia los países con elevados déficit, como Alemania. A ese grupo de países del que también forman parte Francia, Portugal o Italia se refirió de forma crítica Duisenberg. De hecho, se mostró "muy contento" de que la Comisión Europea haya tenido "la valentía" de lanzar el procedimiento de déficit excesivo contra Berlín y la primera alerta contra Francia.

Fue en ese mismo contexto en el que Duisenberg defendió el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que exige el equilibrio presupuestario y castiga la superación de un déficit del 3% del PIB. Alabó, eso sí, la "reinterpretación" del mismo que ha hecho la Comisión Europea, porque "no modifica el Pacto", sino que "refuerza sus principios y objetivos". Esa reinterpretación permite que los países con equilibrio presupuestario puedan caer en ligeros déficits y que los otros puedan retrasar la eliminación de los mismos a cambio de reducirlos a una media anual del 0,5% del PIB.

"El Pacto permite preservar la disciplina siendo flexible", afirmó, y recordó que no ha sido la inflexibilidad del mismo la que ha provocado los déficit que sufren los citados países, sino el incumplimiento por parte de éstos de los compromisos que adquirieron cuando la situación económica era mejor. El caso de Alemania, que este año acabará con un déficit del 3,8%, le causa "una gran preocupación". Pero Duisenberg admitió también que tanto debate sobre el Pacto "puede parecer confuso". "Pero eso no quiere decir que el Pacto tenga imperfecciones", precisó.

Pero es el débil crecimiento que registra la zona euro, más que el déficit o la inflación, el principal motivo de preocupación. Duisenberg considera que será el año que viene cuando la eurozona alcance un buen ritmo de crecimiento (previsto un 1,8%), y Solbes afirma que en 2004 se llegará al 2,7%. Pero ambos alertan de nuevo sobre los riesgos y las incertidumbres. Duisenberg los concreta en los dese-quilibrios macroeconómicos en diversas áreas del mundo, las tensiones geopolíticas (léase posible guerra contra Irak) y "rigideces estructurales en la zona euro".

Es en este punto en el que insiste el ministro español de Economía, Rodrigo Rato, con el pensamiento en Berlín, a cuyo Gobierno reclaman en toda Europa inmediatas reformas en el mercado laboral. A la espera de tales reformas, y en la confianza de que los citados riesgos no se materialicen, los ministros europeos de Finanzas hacen votos por una pronta recuperación del consumo privado y de la demanda mundial que, junto a una baja de tipos, impulsaría un repunte del crecimiento que se hace esperar.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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