Bruselas perseguirá los casos de información privilegiada y manipulación de mercados desde 2003
La falsificación de cuentas por parte de los ejecutivos de las grandes empresas que cotizan en Bolsa, la destrucción de documentos contables por parte de las auditoras, la duplicidad en los análisis financieros, las complicidades con los bancos o las operaciones con información privilegiada serán severamente perseguidas en la Unión Europea. Los ministros de Economía aprobaron ayer definitivamente la directiva comunitaria que castigará las operaciones de manipulación de mercado y la información privilegiada.
La legislación está considerada como una pieza legislativa clave para recuperar la confianza de los inversores tras los recientes escándalos financieros, especialmente en Estados Unidos, y también para lograr el proceso de integración de los mercados financieros en 2005. Las quiebras de las compañías Enron y WorldCom y el proceso judicial a los antiguos directivos de Tyco por haberse apropiado de cientos de millones de la compañía son los casos más significativos en este sentido y castigaron duramente a los mercados de todo el mundo, sobre todo el estadounidense. "No pensamos tolerar ni el fraude ni la manipulación de los mercados de capitales", declaró el comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein, quien explicó que la directiva servirá "para generar mayor confianza en el inversor y generar más riqueza".
La nueva norma entrará en vigor a lo largo del año próximo. El delito de uso de información privilegiada lo cometerán quienes la empleen para comprar o vender, directa o indirectamente, por cuenta ajena o por cuenta propia, cualquier tipo de instrumento financiero. Por manipulación de mercado se entenderá el hecho de difundir informaciones o dar órdenes de operaciones en Bolsa que proporcionen indicaciones falsas o que induzcan a la equivocación sobre la cotización de los valores.
Los Estados miembros deberán designar una autoridad reguladora y de vigilancia que supervisará la aplicación de la norma europea. Uno de los puntos más conflictivos de la directiva se refiere a la inclusión de los profesionales que se dedican al periodismo financiero. En ella se introducen "salvaguardias" para garantizar la libertad de expresión. Y sólo en el caso de que se saque provecho de las informaciones que se manejan se les podrá castigar. La directiva introduce también el concepto de "obligación de transparencia" para evitar crear conflicto de intereses cuando se recomienden a través de la prensa estrategias financieras.
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