La Alhambra deberá autorizar la urbanización del cementerio islámico

El cementerio musulmán de Granada, cuyo uso fue cedido ayer por el Ayuntamiento al Consejo Islámico después de legalizarlo hace más de un mes, requerirá del permiso del Patronato de la Alhambra para que el área municipal de Urbanismo pueda realizar las obras de cerramiento y urbanización del recinto previstas para facilitar que los enterramientos se hagan conforme a las costumbres musulmanas.

Este cementerio, donde la comunidad musulmana entierra a sus muertos desde hace más de 20 años, está situado en la Dehesa del Generalife, dentro del recinto de la Alhambra. El Ayuntamiento decidió legalizar este recinto a finales de octubre sin alcanzar antes un acuerdo con el Patronato de la Alhambra, porque, según explicaron varios miembros del equipo de Gobierno, este asunto se había negociado durante casi dos años con el monumento y era necesaria más rapidez para solucionarlo.

El Ayuntamiento firmó ayer un convenio con el Consejo Islámico para la cesión del uso del cementerio a esta comunidad, aunque su regulación estará supeditada a la empresa municipal de cementerios, Emucesa, que cobrará al Consejo 12 euros anuales por cada enterramiento. El municipio se compromete, a través de este acuerdo, a encargarse del adecentamiento, la urbanización y la construcción en el recinto de los servicios necesarios para realizar las inhumaciones según la tradición islámica.

Pero estas obras requerirán la autorización del Patronato de la Alhambra. El representante del Consejo Islámico en la firma del convenio, Zacarías Maza, explicó que será necesaria la construcción de al menos dos salas en el recinto, una para el lavado de los muertos antes de su enterramiento y otra para guardar los útiles del cementerio. "Creemos que el Patronato no se opondrá a estas intervenciones porque su reducido tamaño no provocará impacto visual", declaró el responsable del Consejo Islámico.