Aznar asegura que la economía crecerá más del 2% al acabar el año

El presidente rechaza el aumento del gasto público y pide "ambición" al empresariado

Sitges - 30 nov 2002 - 05:57CET

Pese a la desaceleración de la economía española, que crece a un ritmo de atonía desconocido desde la crisis de hace una década, el presidente del Gobierno, José María Aznar, dibujó ayer en Sitges un horizonte "estable y positivo" ante el Círculo de Economía, uno de los foros económicos más influyentes del país. Aznar anticipó que, a finales de este año, España crecerá por encima del 2%, una previsión más optimista que la formulada por Bruselas y la OCDE.

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Los empresarios subrayan el marcado tono político del debate

Cuando Aznar pronosticó aún mejores perspectivas de cara a 2003, todavía resonaba el eco de la intervención de Peter Sutherland, actual presidente de Goldman Sachs Internacional. Sutherland confesó que le costaba ser optimista sobre la evolución de la economía europea por "la falta de liderazgo de sus políticos" y por la tendencia de éstos a culpar de sus males al Banco Central Europeo (BCE), en lugar de aceptar su propio "fracaso" en política doméstica y porque no piensan en "políticas supranacionales" para la eurozona.

El presidente, que no tuvo ocasión de escucharle, aludió al momento "delicado" de la economía internacional, pero corrió a desmarcarse de Francia y Alemania, que pelean contra el déficit, para subrayar que, de "ser diferente", España ha pasado a ser "punto de referencia".

En Sitges sonó el discurso que Aznar pasea por Europa, centrado en unas cuentas públicas equilibradas que sostengan la "credibilidad" lograda por España y en "el camino de la libertad empresarial". Todo ello, en un marco marco político e institucional estable.

Pero el presidente reclamó a su auditorio "ambición" para llevar a cabo más reformas que ahonden en la liberalización. En un guiño al empresariado catalán, "siempre en la centralidad y en la vanguardia", le pidió que sea "pilar central del proyecto económico de España". Horas antes, el presidente catalán, Jordi Pujol, había dicho que sin el papel "lubrificante" de CiU, España no estaría en el euro.

Un "reto pendiente" a que aludió Aznar fue la vivienda, de cuyo encarecimiento exculpó al Gobierno. "Mientras el suelo sea un bien escaso, los precios seguirán creciendo", afirmó, y pidió a autonomías y ayuntamientos un "esfuerzo" para cerrar un "gran pacto" del que resulte más suelo edificable.

José María Aznar y Artur Mas se saludan en Sitges.VICENÇ GIMÉNEZ

El Estatuto no se toca

El marco institucional no se toca. José María Aznar rechazó ayer en tono contundente la reivindicación de un nuevo Estatuto de autonomía para Cataluña, que, horas antes y en el mismo foro, había expuesto de nuevo el delfín de Jordi Pujol, Artur Mas. "Si usted abre la caja de una reforma institucional, no sabe cómo se va a cerrar. No he escuchado un sistema mejor que el que tenemos que garantice el autogobierno", espetó el presidente del Gobierno a una de las preguntas del público y tildando la propuesta de "aventura, riesgo o experimento innecesario".Mas había argumentado la necesidad de "una nueva caja de herramientas" -en alusión a un nuevo Estatuto- para ganar "capacidad de decisión que permita afrontar los nuevos retos" de Cataluña. También el presidente de la Generalitat había subrayado en su intervención inicial las dificultades para el desarrollo autonómico, origen de un "creciente desencuentro" entre CiU y PP. Eso sí. Pujol garantizó sin matices su apoyo a la política económica del Gobierno.

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