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El Parlamento Europeo pide que las regiones participen en las decisiones de la UE

La Eurocámara sugiere que puedan intervenir en las deliberaciones de los Consejos de Ministros

Carlos Yárnoz

Los 15 Estados de la Unión Europea tienen reconocidas 211 regiones con distintos niveles de competencias. En 2004, con la ampliación de la Unión, serán 266. "En la mayor parte de los Estados se ha manifestado una tendencia creciente a la regionalización o a la descentralización" y, por tanto, la UE debe demostrar "imaginación" para reconocer "el papel fundamental" de las regiones y los Estados deben "establecer, y en su caso reforzar", la participación de esas entidades en la toma de decisiones de la UE, tanto en la Comisión como en el Consejo.

Así se recoge en el primer informe que "sobre el papel de los poderes regionales y locales en la construcción europea" elabora el Parlamento Europeo y que hoy votará la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Eurocámara. Una vez aprobado definitivamente, el informe será enviado a la Convención sobre el Futuro de Europa que preside Valery Giscard D'Estaing. El documento ha sido redactado por el presidente de esa Comisión, el italiano Giorgio Napolitano, uno de los eurodiputados más prestigiosos del hemiciclo europeo.

En el documento, se indica que "se debe interpretar y satisfacer" la demanda de las regiones "de reforzar su papel en el proceso decisorio" de la Unión, entre otras cosas "para aproximar la UE a sus ciudadanos". El Parlamento europeo "sugiere, por tanto, a los Estados que, en el marco de su dispositivo constitucional, establezcan, y en su caso refuercen, mecanismos internos de participación de las regiones, en particular las dotadas de poderes legislativos, en el ámbito de los asuntos europeos".

A la hora de concretar más, el informe pide, por ejemplo, una reforma del apartado tercero del artículo sexto del Tratado de la UE, que dice: "La Unión respetará la identidad nacional de sus Estados miembros". El nuevo artículo diría: "La Unión respetará la identidad nacional de sus Estados miembros, así como las entidades regionales y locales".

También propone que la Comisión Europea tenga en cuenta la opinión de las regiones al elaborar leyes que les afecten, o que esas entidades puedan defender sus intereses ante el Tribunal de Justicia de la UE, aunque sea a través de los Estados o del Comité de la Regiones, hoy un órgano consultivo de mínimo peso en la Unión.

En la exposición de motivos del informe, Napolitano va más lejos. Tras afirmar que "el debate sobre el futuro de la Unión debe incluir entre sus temas prioritarios el papel de los poderes regionales y locales", propone que representantes de las regiones puedan participar "en las deliberaciones de los Consejos de Ministros".

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Es lo que han pedido varias comunidades autónomas españolas frente al rechazo del Gobierno, aunque se trata de una posibilidad prevista en el Tratado de la UE y que es utilizada ya por Alemania, Austria o Bélgica, mientras Italia lo prohíbe expresamente y España simplemente opta por no aplicarlo.

"Los entes territoriales se sienten con demasiada frecuencia, con razón o sin ella, excluidos del juego", asegura el eurodiputado, para añadir que, allí donde la Constitución lo prevea, la gestión y aplicación de la política europea debe ser confiada a las regiones. Pero precisa de inmediato: "Diferente, pero inaceptable, sería la pretensión de que se reconociera el derecho a la autodeterminación de los pueblos para aquellos entes territoriales de la Unión Europea en los que los ciudadanos tengan un sentimiento fuerte y compartido de identidad nacional, lingüística o regional".

El informe precisa que tal negativa está justificada "incluso si por el momento no se reconoce a dichos entes como tales en el orden constitucional de los Estados" porque "la Unión no puede intervenir con relación a opciones que deben valorar de forma autónoma y exclusiva los Estados miembros".

Dada la importancia que se concede a este asunto, el informe del Parlamento Europeo exige que la Convención dedique una sesión entera de sus trabajos a debatir el papel de las regiones en la futura Europa.

La inclusión del papel de las regiones en el orden del día de la Convención ha sido un asunto controvertido desde diciembre del año pasado, cuando los Quince crearon ese foro para debatir el futuro de Europa. Los populares españoles, por ejemplo, han intentado evitarlo. Ahora, a través de las enmiendas presentadas al documento, proponen que la Convención aborde el contencioso como lo crea conveniente, pero sin que dedique una sesión específica al problema.

El Parlamento Europeo ya dio su visto bueno hace meses a otro informe elaborado por el eurodiputado vascofrancés Alain Lamassoure, en el que tangencialmente se abordaba el tema de las regiones. Lamassoure proponía que las regiones con capacidad legislativa (en España, todas) pudieran tener un "estatuto especial" en la UE.

En un informe remitido a la Convención desde el Comité de las Regiones, y firmado por el hoy ministro español Eduardo Zaplana, se apoyaba la fórmula, pero finalmente fue suprimida del informe Lamassoure en su tramitación parlamentaria.

Jordi Pujol, Manuel Fraga y Manuel Chaves, en el debate sobre comunidades autónomas del Senado de 1997.
Jordi Pujol, Manuel Fraga y Manuel Chaves, en el debate sobre comunidades autónomas del Senado de 1997.EFE

Enmiendas españolas

La trascendencia del informe sobre el papel de las regiones en la UE y el interés que ha despertado se han reflejado en el hecho de que se han presentado 174 enmiendas al texto propuesto por Giorgio Napolitano. Muchas de ellas proceden de los escaños españoles.Las de los socialistas, para ir un poco más lejos y potenciar la participación de las comunidades autónomas en el proceso de toma de decisiones en Bruselas. Las de los populares, para aguar en parte el informe inicial y las de algunos nacionalistas para exigir opciones que hoy no encajan en la estructura de la Unión.Una de estas últimas es la del nacionalista vasco Josu Ortuondo, quien la firma con el escocés Neil MacCormick y el verde francés Gérard Onesta. "Los Estados miembros", señala la enmienda, "deberían tener, con arreglo a su estructura constitucional, la facultad de dividir sus votos en el Consejo entre las regiones a las que se hayan transferido las competencias pertinentes". Así, España, que hoy dispone de ocho votos en el Consejo y tendrá 27 tras la ampliación, podría repartir esos votos por comunidades.Socialistas españoles, como Carlos Carnero, han presentado enmiendas en línea con eurodiputados de países federales o muy descentralizados (Alemania, Austria, Bélgica, Holanda o Reino Unido), para potenciar más que lo indicado en el informe la participación de las regiones en la UE o sus actuaciones ante el Tribunal de la Unión.Por su parte, eurodiputados del PP como José María Gil Robles o Iñigo Méndez de Vigo han planteado también una batería de enmiendas para rebajar las exigencias del informe y para hacer más hincapié en que la participación de las regiones en las políticas de la UE debe limitarse a lo que cada Estado decida por sí mismo.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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