Leganés analiza drogas de diseño para informar a sus consumidores

El Ayuntamiento de Leganés, gobernado por el PSOE, ofrece desde este mes a los consumidores de drogas la posibilidad de conocer el contenido de las pastillas y papelinas que toman. En un plazo máximo de 72 horas, el centro municipal de drogodependientes les informará de qué estupefacientes y adulterantes están presentes en la dosis analizada y de cuáles son los riesgos para su salud. El principal objetivo de esta iniciativa es tomar contacto con los jóvenes que abusan de las drogas de diseño, un tipo de consumidor en alza pero que apenas acude a la red asistencial.

Catalina Zazo, directora del centro de toxicómanos de Leganés, indica que con este programa pretenden dar una información veraz a los consumidores de drogas "para prevenir las adicciones e intentar que causen el menor daño posible". "La información por sí misma no previene al 100%, pero es una forma de captar a un público que ahora no llega al centro o que viene ya muy deteriorado", apostilla.

Más que a los adictos ya consolidados, pretenden acceder a quienes todavía están en plena luna de miel con los estupefacientes. "Nos dirigimos a unos consumidores, sobre todo de drogas de diseño, que no acceden a tratamientos porque creen que no tienen ningún problema; a menudo no saben ni lo que toman, con el peligro que eso supone", advierte. "En el centro tenemos adictos a la heroína y a la cocaína, pero apenas nos llegan consumidores de pastillas. Y sabemos que en una ciudad como Leganés, con 50.000 jóvenes de entre 16 a 25 años, las pastillas se consumen mucho", añade. El dispositivo servirá también como un observatorio para conocer la calidad de las drogas en el municipio.

El procedimiento es simple. Cualquier vecino de Leganés puede acudir al centro de atención a toxicómanos con una dosis de droga para analizar. También pueden ir las personas que toman pastillas adelgazantes y tienen dudas sobre su composición, o los aficionados al gimnasio que ingieren anabolizantes.

Sistema de reactivos

Allí, mediante un sistema de reactivos para el que sólo hace falta una pequeña dosis de droga, los responsables del centro les podrán decir qué estupefacientes componen la pastilla o papelina y con qué ha sido adulterada. Lo que no podrán indicar es en qué proporción está presente cada sustancia, porque para ello hace falta un sistema analítico más lento y sofisticado.

Los resultados de los análisis están listos en cinco horas, pero el usuario no puede recogerlos hasta pasados tres días. La razón es que, aparte de darle los resultados, el equipo del centro concierta con el consumidor una cita para informarle de los riesgos que corre al consumir esas drogas e indicarle cómo reducir el daño y qué tratamientos existen. "El plazo previsto es de tres días si llegan muchas solicitudes, pero ahora atendemos en 24 horas", precisa Zazo.