Miles de jornaleros se echan a la calle en Málaga contra la supresión del subsidio agrario
La policía cargó contra los manifestantes y la Guardia Civil retuvo a unos 70 autobuses
Varios miles de manifestantes -15.000 según los organizadores y 3.000 según la policía- ganaron ayer las calles malagueñas para protestar contra la supresión del subsidio agrario. El momento de mayor tensión se vivió cuando algunos agentes cargaron con sus porras contra jornaleros que les lanzaban objetos. Según los organizadores, hubo entre 15 y 20 contusionados leves. La policía informó que seis agentes también resultaron con lesiones menores. La protesta se desarrolló a pesar de que la Guardia Civil retuvo a la entrada de Málaga a unos 70 autobuses cargados de jornaleros.
El "paseo" -convocado por la Plataforma en defensa del Plan de Empleo Rural (PER) después de que la Subdelegación del Gobierno prohibiera una concentración frente a la sede de la cumbre hispano francesa, celebrada ayer en Málaga- comenzó sobre las 10.45. No había andado ni 200 metros cuando se topó con un impenetrable cerco policial formado por furgones y agentes, que le impidió aproximarse al Palacio de la Aduana. Los forcejeos y empujones entre jornaleros y policías se repitieron durante las tres horas que duró la protesta cada vez que los manifestantes trataban de trasponer la zona próxima al puerto en la que habían quedado arrinconados por el férreo cordón de seguridad.
Los momentos de mayor tensión se produjeron cuando los policías respondieron con sus porras al lanzamiento de objetos. Fue sobre las 12.30, en la intersección de las calles Córdoba y Vendeja. Una mujer resultó con un corte leve en la cabeza y varios manifestantes acabaron con contusiones. "Ahí están, esos son, los piquetes del patrón", coreaban los jornaleros en alusión a los agentes. Algunos se encararon con los policías y le espetaron: "Somos trabajadores, no terroristas".
Los incidentes se prolongaron unos minutos hasta que los dirigentes de la plataforma decidieron retroceder hacia la plaza de la Marina y celebrar allí un improvisado mitin. Subidos sobre dos mesas de bar, los secretarios regionales de UGT, CCOO y el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), Manuel Pastrana, Julio Ruiz y Diego Cañamero exigieron al Gobierno que rectifique y dé marcha atrás en la supresión del subsidio agrario.
"Que Aznar se entere que no nos vamos a parar hasta que se corrija esta injusticia", proclamó Ruiz, quien exigió "que sea antes de que acabe este año". Pastrana advirtió de que si el Gobierno no reconsidera su decisión "tendremos que ir a una huelga general", al tiempo que emplazó a los jornaleros a acudir a la manifestación del próximo domingo en Sevilla. El mitin concluyó con la intervención de Cañamero. "Hay que ganar esta partida porque es una partida por nuestros pueblos y nuestros hijos". Además, llamó al cierre de los ayuntamientos el 4 de diciembre.
El "paseo" se desarrolló pese a que unos 70 autobuses, según la plataforma, fueron bloqueados en la carretera por la Guardia Civil. Algunos alcaldes denunciaron que los agentes pedían la documentación de los vehículos y cacheaban a sus ocupantes. "Es un secuestro", protestó el primer edil de Humilladero, Félix Doblas. La plataforma anunció una demanda por vulneración del derecho de libre circulación. La Subdelegación del Gobierno achacó la medida a los "controles normales de seguridad".
En repulsa a la actuación policial, los ediles del PSOE e IU de Málaga no acudieron a la recepción oficial de la cumbre. Representantes de ambos partidos pedirán explicaciones al ministro de Interior, Ángel Acebes.
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