"El colegio es un seudoministerio"
Pregunta. Habla de defender a los considerados como arquitectos de segunda. ¿A quién se refiere y qué les ofrece?
Respuesta. A los que no trabajan en estudios; por ejemplo, los jefes de obra. Se les ha tenido muy abandonados, han estado poco considerados y muchos han dejado voluntariamente de estar colegiados. No hay arquitectos de segunda. Y el colegio debe defender a todos por igual, pero dando a cada uno lo que necesita. Por ejemplo, que haya fórmulas de colegiación más baratas para aquellos que no vayan a usar todos los servicios del colegio.
P. ¿Qué opinión le merece la política urbanística madrileña?
R. La pega principal es la lentitud con la que se desarrollan los proyectos urbanísticos. Nacen con un objetivo, pero cuando se hacen, ya ha pasado su momento. Además, el colegio ha estado demasiado alejado de la construcción de esos desarrollos, y debería haber participado mucho más a la hora de planear qué iba a ser Madrid en el futuro. Pero eso sí, debe participar sin decantarse por ningún partido político.
P. Ha acusado usted al colegio de ser una máquina inmovilista...
R. Y lo es. Al colegio se lo ha tragado la burocracia, es como un seudoministerio. Pero ahora que tenemos los nuevos estatutos es el momento de pegar el gran cambio para que el colegio comience a conversar y a participar en las decisiones de las distintas administraciones sobre lo que afecta a los arquitectos y también a los ciudadanos. Hay que dialogar con todos y echarle muchas horas al nuevo colegio que salga de estas elecciones.
P. ¿Por qué no se ha modernizado Madrid como lo han hecho otras ciudades europeas?
R. Madrid tenía que haber sido la ciudad número uno en innovación artística, pero no ha tomado conciencia de su capitalidad hasta hace muy poco. Ahora, puede que el proyecto de Madrid 2012 cambie eso.
P. Aboga por la formación continuada de los arquitectos. ¿Por qué?
R. Debemos formarnos a través de la Fundación COAM, entre otros, para ocupar puestos que ahora mismo ocupan profesionales de otras áreas, y ocuparlos nosotros.
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