Una derecha más moderada se impone en la Unión Europea

Una derecha moderada y más pragmática se impone en Europa tras las elecciones en Austria. El mapa político no varía. Nueve de los 15 Gobiernos de la UE son conservadores (Austria, Dinamarca, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda, Portugal, España), dos de centro (Bélgica y Finlandia) y cuatro de izquierda (Alemania, Reino Unido, Suecia y Grecia).

El fuerte revés de los populistas del FPÖ de Jörg Haider es recibido con alivio en Bruselas, al margen de que sigan o no en el futuro Gobierno austriaco. El ingreso de ese partido en la coalición del conservador Wolfgang Schüssel causó, en febrero de 2000, una grave crisis en la UE. La presidencia logró el respaldo unánime de los demás socios para imponer sanciones a Austria, que se tradujeron en la congelación de contactos bilaterales. Las medidas fueron levantadas siete meses más tarde.

Un año después, la llegada de Silvio Berlusconi al poder en Italia, coligado con la posfascista Alianza Nacional de Gianfranco Fini y la xenófoba Liga Norte de Umberto Bossi, sólo suscitó inquietud pero ninguna reacción de los Quince.

Y menos aún hubo cuando el neopopulismo del asesinado Pim Fortuyn fue invitado en mayo a formar Gobierno en Holanda con democristianos y liberales. Su entrada fue desafortunada, pues cien días después, el primer ministro democristiano, Jan Peter Balkenende, tuvo que dimitir por las disensiones en la Lista Pim Fortuyn. Holanda celebrará elecciones anticipadas en enero.

El ultra francés Jean-Marie Le Pen no consiguió que ni uno de sus candidatos fuera elegido para la Asamblea Nacional a pesar de su éxito en las presidenciales. Y ahora retrocede Haider ante el empuje de esa nueva derecha europea, moderada y pragmática.