Ecos zapatistas en Madrid

Reunir en una mesa redonda a José Saramago, Fernando León, Manu Chao, recibir una carta del subcomandante Marcos... Ni en sus mejores sueños los integrantes de la asociación Aguascalientes, simpatizante del movimiento zapatista, esperaban tamaña reacción a sus modestas jornadas sobre la situación en Chiapas. En un año, este pequeño colectivo, sin sede social, ha organizado unas jornadas en Madrid para analizar el problema. Al proyecto se fue uniendo más gente. El evento se ha celebrado desde el pasado jueves hasta ayer. Lo prepararon con muchísima ilusión, sirviéndose de una página web (www.aguascalientesmadrid.org), y lo han financiado con venta de camisetas y libros.

No quedaban entradas para ver el documental sobre la marcha zapatista de 2001 Caminantes, de Fernando León, y el coloquio del cineasta con el cantante Manu Chao, el documentalista Javier Corcuera y el sociólogo Tomás Rodríguez Villasante. Sin embargo riadas de jóvenes hicieron en vano cola el sábado en el Círculo de Bellas Artes para entrar. Tras el filme se hizo la luz y por arte de magia estaba allí el premio Nobel, José Saramago, ante el estupor general. El escritor portugués contó cómo el subcomantante Marcos le recriminó su "cordialidad" excesiva con el presidente Vicente Fox tras una entrevista entre ambos cuando la marcha zapatista llegaba a su fin. "Mi mujer y yo fuimos llamados, no quiero decir como si fuera un tribunal, por la comandancia. Estaban todos encapuchados e intimidaban. Yo les expliqué que no hablaba como dirigente zapatista y lo entendieron", afirmó Saramago. Hicieron las paces y el autor de La caverna recuerda como Marcos le agarró y le dijo: "No nos dejes nunca". "Pocas palabras pueden emocionarme tanto, porque me cogió con la fuerza de sus convicciones", señala.

Fernando León rememoró su viaje a Chiapas siendo niño desde Guatemala, donde vivía con su familia."Cuando hace pocos años regresé a la zona recuperé la imagen que tenía de hace 30 años. Fue impresionante ver que las comunidades tenían las mismas infraestructuras, formas de vida y sanidad", se indigna. Decidió contar lo que allí ocurría en un documental en el que tuviera cabida el sentido del humor de los zapatistas, su mezcla de discursos o su uso de la ficción. "Cuando hicimos la entrevista a Marcos quisimos hablar desde la ficción que ellos hacen también de la palabra y los personajes...".

Manu Chao tan sólo agradeció al zapatismo que hace ocho años le abriera la mente con sus ideas y por la noche pinchó en el concierto de Amparanoia que ponía un punto y seguido a esta iniciativa. Ayer en el centro social El Labotatorio 03 un grupo de mexicanos presentó la revista Rebeldía y por sorpresa leyeron una carta de gratitud de Marcos al colectivo. En Aguascalientes siguen perplejos.