Anticorrupción investigará si hubo delito fiscal en el uso de cuentas secretas del HSBC
El banco recibió la propuesta de sanción antes de que se cerrase la investigación
La Fiscalía Anticorrupción ha recibido el encargo de investigar si se cometió delito fiscal a través de las 163 cuentas cifradas abiertas en el HSBC de 1994 a 2001. La iniciativa deriva del expediente sancionador al HSBC por vulnerar normas antiblanqueo, cuya multa detalló el pasado miércoles en el Congreso el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato. La sanción (2,1 millones de euros), explicó, dobla la propuesta en su día por la Secretaría de la Comisión de Antiblanqueo. La sanción inicial se comunicó el 17 de septiembre al HSBC, pese a que la investigación no se cerró hasta el 8 de octubre.
La investigación tan sólo identificó a una docena de los titulares de las 138 cuentas cifradas analizadas. Entre las operaciones detectadas figuran pagos de derechos de imagen a un jugador de fútbol por un club y un canal autonómico, de una sociedad limitada con sede en Madrid, de varias empresas extranjeras con negocios en España y de ciudadanos españoles que abonaban el colegio de sus hijos en Estados Unidos. El Servicio de Blanqueo de Capitales inició su investigación a fines de noviembre de 2001, cinco meses después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) interviniera Gescartera, la agencia que estafó a 1.800 clientes 93 millones de euros.
El pasado 25 de septiembre, Rato fue preciso ante el Congreso respecto a la investigación: "Con fecha de 17 de septiembre y una vez incoados los trámites procedimentales previstos en la ley, el instructor del expediente ha elevado una propuesta de resolución a la comisión y, a la vista de la gravedad de los hechos, decide establecer una propuesta de sanción, que se le ha comunicado al interesado, en este caso la entidad financiera, para que alegue lo que le parezca conveniente. También se ha solicitado un informe al órgano supervisor, el Banco de España. Una vez que estos dos trámites se concluyan, la secretaría de la Comisión elevará al ministro de Economía, que es quien debe imponerla, su propuesta de resolución y, en su caso, de sanción".
Aunque Rato indicaba que la Comisión para la Prevención del Blanqueo había comunicado al HSBC una propuesta de sanción "ante la gravedad de los hechos", dicho organismo -integrado, entre otros, por los responsables de la Agencia Tributaria, Aduanas, Tesoro, Banco de España, Guardia Civil, Policía, Fiscalía Anticorrupción, Fiscalía Antidroga- aún no conocía todos "los hechos" porque sus inspectores del Servicio Ejecutivo de Prevención del Blanqueo de Capitales aún no habían acabado su investigación. Sólo el pasado 8 de octubre, el Servicio de Prevención del Blanqueo afirmaba que "entregada la documentación pendiente, se da por finalizada la inspección encomendada", sin descubrir nada clave sobre la titularidad y uso de las cuentas.
El penúltimo informe del Servicio para la Prevención del Blanqueo de Capitales, de mayo pasado, anotaba que le quedaban tres tareas aún pendientes de investigar. Y para ello requería al HSBC 85 justificantes de entradas y salidas de las cuentas y detalles de 13 operaciones del vostro, cuenta río que unía las sucursales de HSBC Madrid y HSBC Ginebra.
Sin datos de los titulares
Del primer bloque documental, los inspectores no sacaron "dato alguno relativo a los titulares reales de los mencionados contratos", pero el segundo permitió perfilar nuevas partidas y "concretar" tres posibles titulares. El informe detalla ocho partidas. Una afecta a un diplomático español en Australia y otra a un dueño de agencias de viajes. Poco más pudo aportar el último intento de los inspectores por descifrar las cuentas opacas del HSBC. "Reiterando lo expuesto en informes anteriores, el banco suizo, titular formal de los 138 contratos, fue muy cuidadoso para impedir que las partidas de aportaciones y desaportaciones pudieran ser objeto de seguimiento para determinar su origen inicial o destino final".
El pasado miércoles Rato detalló la sanción final al HSBC, 2,1 millones. Recordó que doblaba la "propuesta inicial de la secretaría de la comisión, es decir, del instructor". La secretaría de la Comisión Antiblanqueo la ejerce un subdirector de Economía y se encarga de incoar expedientes sancionadores a partir de las investigaciones del Servicio para la Prevención del Blanqueo de Capitales, adscrito al Banco de España y sin potestad sancionadora. Rato, como ya anunció el 25 de septiembre -también anticipó su posible envío a la Agencia Tributaria-, remitió el expediente de las cuentas cifradas a la Fiscalía Anticorrupción por si hubiera un delito fiscal, dado que algunas de las 15 cuentas identificadas parecen relacionadas con españoles.
El banco quiere pasar de cómplice a "perjudicado"
Última sorpresa del caso Gescartera: el HSBC intenta personarse en la causa como perjudicado. El mismo banco cuya "connivencia" con Gescartera a través de sus directivos y estructura internacional posibilitó el fraude, según denuncia la policía. El fiscal ya ha hecho sentir su criterio contrario a aceptar la personación del HSBC como perjudicado por entender que la entidad aparece como supuesto soporte instrumental de toda la operativa fraudulenta de Gescartera. No sólo a través de la arbitraria asignación de beneficios y pérdidas a través del HSBC Invesment, sino de toda su estructura internacional: cuentas de Gescartera en las sucursales del HSBC en Londres y Ginebra; arriesgadas líneas de créditos a Antonio Camacho del HSBC Bank que dirigía Jaime Galobart; y el oportuno certificado del HSBC Investment sobre la fallida Sociedad de Inversión en Luxemburgo (diseñada sobre la red internacional del banco) que sirvió para tapar el agujero de Gescartera en 1999.
Entretanto, el HSBC sigue adelante con una purga que convierte en ex directivos a todo aquel cargo que previsiblemente será imputado en la causa por su relación con las cuentas cifradas o con Gescartera. Ya están en la calle los apoderados que firmaron los contratos de las cuentas secretas, y el directivo hijo del cliente favorecido por una de las plusvalías inexistentes de Gescartera con mediación de Salvador Pastor, ex director del HSBC Investment. Este colectivo ve como amenaza el intento del banco de personarse. Temen que la juez y el HSBC les acusen de protagonizar unas prácticas irregulares, que, entre otros, cabría interpretar como complicidad para eludir deberes fiscales de los titulares de las cuentas secretas.
Y se preparan para sostener una línea argumental que acredite que cuanto hicieron en su puesto se incardinó en una política conocida y autorizada por la estructura global del banco.
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