Pena por los percebes
El Fary, ese taxista que dejó la calle para lanzarse a la canción, en realidad se llama Luis Cantero. Acaba de publicar su último disco, Ese Fary, el número 34 en su carrera.
Debe de haber viajado mucho con esto de la canción.
Pues no crea. No soy de muchos trotes. Pero sí que hay un sitio que me ha cautivado especialmente: París.
Sin importarle los precios, supongo.
Bueno, realmente, salvo los precios, que son altísimos, me gustó muchísimo la ciudad, todas esas calles y avenidas enormes, y los museos. Por cierto, con los que tampoco logré conectar fue con los parisienses.
¿Busca usted cuando viaja el contacto con las personas?
Desde luego. Y en eso a mí lo que realmente me gusta es España. Es donde he arraigado, donde están mis raíces, y si hay algo que me encanta cuando viajo por mi país, es el calor que me ofrece la gente.
¿Y qué lugares le han cautivado más?
Soy un enamorado de Galicia. Voy muchísimo porque es una tierra que me ha enganchado de siempre. Ahora estoy de luto por lo que ha pasado, porque si hay un marisquero en el mundo, ése soy yo, aunque el médico, el maldito, me lo ha prohibido. Pero yo no hago caso y me pongo hasta arriba de percebes.
Así que también se mueve usted por el estómago.
Bueno, no sólo por el estómago. También me encanta bajar a Málaga, donde tengo una casa. Está en Benalmádena. La Costa del Sol es un lujo que tenemos en España.
Y cuando está un poco bajo de moral, pues se va a tomar un poco el sol, ¿no?
Pues no. Cuando estoy un poco deprimidillo o algo así, donde me gusta ir es a Ávila. Me cojo el coche yo solito y tiro para un pueblito que se llama Pedro Bernardo. Comerme con los lugareños un buen conejo con patatas es lo que mejor puede subir el espíritu. O un buen chuletón de esa fantástica carne de Ávila. Pero lo que más me tranquiliza es el paisaje de esos valles que rodean el pueblo.
Y en el extranjero, todo lo que le falta por ver, ¿para cuándo se lo deja?
Ahora estoy produciendo, pero pronto cogeré a mi mujer y nos dedicaremos a viajar todo lo que no hemos podido.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.