_
_
_
_
Crítica:TEATRO | MEMORIA DE UN OLVIDO. CERNUDA (1902-1963)
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La piedra entre ortigas

Ya Cernuda solo es "memoria de una piedra sepultada entre ortigas"; no sólo su vida, sino su poesía, que habita el olvido, desdeñada por las de otros sonoras, brillantes, bellísimos, de su propia generación. El centenario ayuda a apartar las ortigas y a levantar la piedra. Dicha magistralmente por dos actores, José Luis Gómez y el joven Israel Elejalde -que no desmerece nada junto al maestro-, viene con nostalgia, emoción, sentimiento. Recuerdo que Umbral decía que los versos de Cernuda le parecían "traducidos del ingles": nada menos cierto. Su primera palabra fue española, como lo sería la última, decía uno de esos poemas del que fue arrojado al exilio por la guerra civil. La sonoridad es interna: la pena, la angustia, la nostalgia, corren por dentro del verso del sevillano. Es cierto que los dos actores la dicen más hacia la prosa que hacia el verso, y estoy de acuerdo con ello; no es un recital, no es una cuestión de sonoridad, ni de voz hercúlea -si se puede decir-, sino de intimidad y de hondura. Un cante jondo, que no es el de Manuel Machado. Es, simplemente, el de Cernuda. Y eso encontraba yo en este estreno importante.

Memoria de un olvido. Cernuda (1902-1963)

Poemas de Luis Cernuda, dramaturgia de Carlos Aladro y Azucena López Cobo. Intérpretes: José Luis Gómez, Israel Elejalde. Idea y dirección: José Luis Gómez. Teatro de la Abadía.

La teatralización la "dramaturgia" por decirlo con voz de ahora que ha hecho el tránsito de un significado a otro del vocablo -"dramaturgo" era autor del texto; la dramaturgia ha venido a ser la teatralización, la creación de efectos visuales- consiste en desdoblar el personaje, lo cual quizá obedezca a una idea sobre dos Cernudas que convivían, el público y el secreto, el público y reconocido en su tiempo, y el secreto por perseguido, el homosexual y el republicano, el español y el londinense. En todo caso, esos dos supuestos seres son uno solo, el poeta dolorido, nostálgico, apenado, muchas veces autobiográfico, otras familiar, y en todas herido.

El centenario de su nacimiento le está emitiendo hacia estas generaciones: el gran libro de la Residencia de Estudiantes, la Exposición en Sevilla. Y sobre todo sus poemas bellos y profundos. Acogidos por emoción resuelta en ovaciones a los actores, como representantes del escritor hecho piedra.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_