Emanciparse por sorteo
"¡No me lo creo, no me lo creo!", era lo único que acertaba a decir Ramón después de ver la bola con su número, el 162, salir del bombo. Por menos de 130 euros al mes, él y su familia van a vivir en un piso nuevo de alrededor de 70 metros cuadrados en plena milla de oro de Sevilla. La Empresa Pública Municipal de la Vivienda (Emvisesa) sorteó ayer su promoción más atractiva de Viviendas de Protección Oficial (VPO): pisos en alquiler en una zona privilegiada de la ciudad por entre 108 y 128 euros al mes. El problema: sólo 218 viviendas para 2.503 solicitudes.
Una hora antes de que empezara el sorteo ya se aglomeraban los aspirantes a las puertas, aún cerradas, del recinto. Diego, de 28 años, llegó con una amiga porque su novia, María Belén, está trabajando. Él es licenciado en Pedagogía, pero lleva año y medio en paro, así que reconoce que aún no se ha entregado a la búsqueda desesperada de la vivienda. "Tal y como está el mercado es imposible", explica. "Pero es que esto es un chollo y no se puede desaprovechar".
El adjetivo "chollo" se escuchó mucho durante el sorteo. El solar de la antigua Cross-Pirotecnia en la que se ha empezado a levantar esta promoción de viviendas está ubicado en el corazón de la zona de expansión más cara de la ciudad, donde el metro cuadrado de pisos de nueva construcción ha superado ya los 3.000 euros. Los más caros de Andalucía.
Por eso, muchos de los aspirantes de la promoción que se sorteaba no eran habituales de las listas de solicitud de las VPO, pero, como Diego y su novia, se decidieron por probar suerte con ésta porque les gustaba la zona. Otros, sin embargo, se saben de memoria cada uno de los proyectos de Emvisesa. Ramón y su mujer, María José, aseguran que están apuntados a todos. Viven con sus dos hijos de 12 y 10 años en un piso de alquiler que les cuesta 336 euros al mes. Más de la mitad de su presupuesto mensual: los 660 euros que cobra él en la pizzería en la que trabaja desde hace seis años con contratos de tres meses que ningún banco acepta como garantía para conceder un crédito. "Nunca nos podremos comprar una casa, pero es que ya casi no podemos vivir de alquiler", se lamentaba antes del sorteo. Apenas una hora después, cuando ya ha visto su bola salir del bombo, su cara es otra. Sabe que, aunque le adjudiquen el más caro de los pisos que se sortearon -128 euros mensuales-, pagará justo la mitad de lo que paga ahora.
El perfil de Ramón y María José no es el predominante entre los aspirantes, el de jóvenes que quieren independizarse y buscan su primera vivienda, pero sí cumplen todos los requisitos: menores de 30 años -él tiene 33, pero ella 27-, empadronados en Sevilla y con unos ingresos mínimos que garanticen solvencia para pagar el alquiler.
El contrato que firmarán con Emvisesa los 211 afortunados de ayer será por cinco años y sin opción a compra ni a renovación. "Se trata de facilitar el acceso a la primera vivienda pero en unas condiciones tan buenas que a casi todos les va a permitir ahorrar durante cinco años para buscar otra cosa", subraya el delegado de Urbanismo y presidente de Emvisesa, Rafael Carmona.
La misma reflexión que ha animado a muchos a renunciar de momento a comprar y apuntarse a vivir de alquiler. "No es para siempre, pero te da cinco años de tranquilidad", cuenta otro de los afortunados, Josué Mata, un arqueólogo de 28 años y sin trabajo fijo que ayer encontró por fin la puerta de salida de la casa de sus padres.
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