Lula y el banco central

En la comunidad de negocios brasileña, dos son las grandes obsesiones estos días: el nombre del nuevo ministro de Hacienda y el del presidente del Banco Central. Ayer, Arminio Fraga viajó a Nueva Delhi mientras se hablaba de la posibilidad de ampliar en seis meses su mandato en la presidencia del Banco Central. Antonio Palocci es el hombre que se afirma como la figura política del área económica del próximo Gobierno después que Lula asuma la presidencia a primeros de enero. Palocci, que es el coordinador de la transición entre Fernando Henrique Cardoso y Lula da Silva, anunció el pasado martes que ocupará un puesto en el Gabinete. Fue Palocci quien, además, se reunió con el jefe de la misión del FMI, Jorge Márquez, en Brasilia.

Los rumores, en cambio, relacionados con Arminio Fraga fueron desmentidos ayer por fuentes próximas a Lula. Paulo Leme, jefe de mercados emergentes del banco de negocios Goldman Sachs, señaló a este periódico que Lula podría acelerar la tramitación del estatuto de independencia del Banco Central, proyecto que ya está en las cámaras, y nombrar después al nuevo presidente del Banco Central. "Todo está muy tranquilo, es evidente que los mercados conocen un momento de mucha calma. La transición, por otra parte, se está llevando a cabo sin sobresaltos", dijo.

Una fuente señaló que tanto Lula como el presidente del Partido de los Trabajadores, José Dirceu, que también será ministro en el nuevo Gobierno, hubieran deseado contar con Arminio Fraga en el Banco Central. Sin embargo, estiman, según la fuente, que, dado el recorte de las promesas electorales que se viene practicando, mantener a un hombre tan vinculado a Cardoso en el Banco Central sería muy contestado por el partido. "Se buscará otro con un perfil parecido al de Armínio", dijo.