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Reportaje:

Aznalcóllar inaugura ilusión

Gamesa Solar abre en la localidad sevillana, una planta que emplea a hijos y familiares de mineros de Boliden

Alejandro Bolaños

Hace menos de un año, en la misma nave en la que ellos ahora trabajan, sus padres decidían constituirse en asamblea permanente para pelear una salida digna a un conflicto laboral que parecía irresoluble. Sus padres, mineros curtidos por la dura tarea de extraer cinc, cobre y plomo de los yacimientos de Aznalcóllar, se enfrentaron entonces con la desolación de saberse sin empleo. Boliden Apirsa, anegada por las pérdidas tras la rotura de su balsa de residuos en abril de 1998, confirmaba en enero que abandonaba sus instalaciones en la localidad sevillana y declaraba suspensión de pagos.

Los padres de Juan Manuel Alamillo (25 años), Francisco Antonio López (25) o José María Domínguez (22), junto con otros muchos cortaron carreteras, ocuparon la catedral de Sevilla o la sede hispalense de la Delegación de Hacienda, y se llevaron muchos golpes al intentar cortar la salida del AVE de la estación de Santa Justa. La movilización social, y la presión sobre las Administraciones, conscientes de que el desastre social para Aznalcóllar, muy dependiente de la actividad minera, había sido relegado por el destrozo medioambiental que ocasionó el vertido tóxico, surtieron efecto.

"Mi padre y algún tío consiguieron la prejubilación, otros familiares están en los planes para ser recolocados", explica Juan Manuel Alamillo. Los mineros de Boliden aportaron sus indemnizaciones (17,4 millones) y consiguieron el respaldo de la Junta y el Gobierno (30,2 milones) para dotar un plan de prejubilaciones al que pudieron acogerse 275 trabajadores, mayores de 52 años. Para otros 109 ex mineros y la población de la comarca, la Junta se comprometió a impulsar un plan de recolocaciones que pasaba por atraer a varias empresas a un nuevo polígono industrial en la localidad.

Gamesa Solar, la empresa en la que trabajan desde hace más de un mes Juan Manuel y sus compañeros, fue una de las primeras en confirmar su presencia en Aznalcóllar. "Teníamos pensado instalar una planta de módulos de energía solar fotovoltaica en Andalucía y las ayudas públicas [6.000 euros por contrato] nos decidieron", explicó ayer Roberto Legaz, el director general de Gamesa Solar. Legaz junto a Juan Ignacio López, consejero delegado de Gamesa, la compañía vasca especializada en energías renovables, acudieron ayer al acto formal de inauguración de la planta, al que también acudió el consejero de Empleo, José Antonio Viera, y la alcaldesa de Aznalcóllar, Salud Santana.

El polígono industrial aún no ha empezado a urbanizarse, por lo que Gamesa Solar que ya contaba con pedidos, decidió instalarse provisionalemente en una de las naves de Boliden, a unos centenares de metros de la balsa siniestrada. Ahora emplean a 21 trabajadores, la inmensa mayoría hijos o familiares de mineros o como Juan Manuel Alamillo y Francisco López con una corta experiencia en Boliden. En 2004, ya en el polígono, quieren ampliar su producción hasta los 60.000 módulos y la plantilla hasta los 56 empleados.

"Tenemos un monton de amigos que fueron fuera a ganarse la vida", asegura Francisco. "Y casi todos quieren volver", añade José María. "Yo el año que viene quiero empezar a buscar casa", adelanta Juan Manuel. Para ellos, ayer se inauguraba oficialmente una ilusión de futuro en su pueblo, el mismo que pareció quedarse sin porvenir con el reventón de la balsa de Boliden.

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