La autopista de la Mafia
Detenidas 37 personas en Italia por soborno y estafa al construir una autovía
Nada atrae más a los clanes mafiosos radicados en el sur de Italia que las obras públicas. Al calor de los grandes presupuestos para infraestructuras aprobados por los Gobiernos de turno, las familias de la Ndrangheta, la Sacra Corona Unita, la Camorra o la Mafia siciliana aumentan su patrimonio con el mínimo esfuerzo. Un ejemplo de este parasitismo mortífero es la autopista Salerno-Reggio Calabria, uno de cuyos tramos -siete kilómetros en total en territorio calabrés- acaba de ser intervenido por las autoridades italianas ante el riesgo de hundimiento de la calzada, acondicionada con materiales caducados, gracias a los acuerdos entre las firmas concesionarias de las obras y la Mafia local.
El Estado requisa la carretera ante el riesgo de hundimiento por el uso de material defectuoso
Esta escandalosa colaboración ha sido destapada ahora gracias a la Operación Tamburo, llevada a cabo por la Dirección Antimafia de Catanzaro (Calabria), tras dos años y medio de investigaciones. Como consecuencia de la investigación ha quedado al descubierto el entramado de capos mafiosos, empresarios desaprensivos y técnicos de la Anas (el ente que gestiona el mantenimiento de las autopistas italianas), empezando por uno de sus ex responsables. Unos y otros han colaborado en la construcción de esta trampa mortífera que es el tramo de la A-3, entre Firmo y Cosenza Sud. En total, la policía detuvo el lunes a 37 personas, mientras sigue investigando a otras 80 para depurar responsabilidades por lo ocurrido.
Durante meses, la policía, a las órdenes del fiscal Eugenio Facciolla, de Catanzaro (Calabria), ha grabado con imagen y sonido decenas de reuniones de los clanes mafiosos con los empresarios que obtuvieron la contrata de obras, y se sometieron después a las presiones mafiosas entregando en subapalto parte de los trabajos a pequeñas empresas controladas por la delincuencia organizada, previo pago de una comisión del 3% a la Mafia calabresa. Por primera vez, y este detalle ha inquietado a los investigadores, los pequeños clanes, normalmente dispersos, han actuado en grupo, como un potente cartel que ha arrastrado a las empresas Asfalti Sintex, de Bolonia, Astaldi, de Roma, y Bidón-Schiavo en el negocio delictivo.
Entre los detenidos figuran varios miembros de cuatro viejas familias de la Ndrangheta de Consenza: los Chirillo, Di Dieco, Presta y los Abruzzese, además de los directivos de la tres firmas concesionarias de las obras, y nueve altos y medios cargos del Anas, el ente que gestiona el mantenimiento de las autopistas italianas. A la cabeza de todos, el que fue su máximo responsable entre 1994 y 2001, Giuseppe D'Angiolino, acompañado por otros ocho responsables locales y técnicos que cerraron los ojos a los defectos de los materiales usados, y ahora están bajo arresto domiciliario.
Apenas terminado el tramo contratado por las empresas mafiosas ya presentaba importantes grietas en el asfalto; fabricado con bituminosas caducadas y en mal estado, fue extendido a una temperatura inferior a los 180º de rigor. Nada de esto tenía importancia porque los técnicos del Anas, encargados del control de calidad, habían sido untados previamente por los clanes.
Las obras de acondicionamiento de la autopista A-3, que une Salerno, cerca de Nápoles, con Regio Calabria, en la punta de la bota italiana, fueron aprobadas por el ente competente el año pasado por un monto total de 6.000 millones de euros. El tramo intervenido ahora, por el que los automovilistas tendrán que conducir extremando la prudencia sin superar los 70 kilómetros por hora, costó 25 millones de euros.
La Salerno-Reggio Calabria, famosa por los frecuentes atascos, es conocida con el siniestro sobrenombre de autopista de la muerte por los accidentes que ha causado su complicado trazado, repleto de túneles y viaductos. En 1993, a raíz de la investigación judicial abierta a consecuencia de los sucesivos accidentes de tráfico, que se saldaron con un total de 17 muertos, fueron detenidos cinco funcionarios del Anas y un par de empresarios, responsables de la construcción.
La Operación Tamburo confirma, según el presidente de la Comisión Antimafia, Roberto Centauro, los riesgos de infiltración de la Ndrangheta en las grandes obras públicas proyectadas en el sur. Una sospecha confirmada ampliamente en el pasado, sobre todo en Sicilia, donde no faltan autopistas en áreas desiertas, mientras cada verano falta el agua en la mayor parte de la isla. Ahora, este preocupante fenómeno se traslada a la península, como ya previera en 1999 el fiscal general antimafia, Pier Luigi Vigna, quien advirtió de que la Mafia estaba trabajando ya para quedarse con un buen pedazo del pastel gigantesco que representaban las obras proyectadas en Calabria.
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