Gil niega su participación en el 'caso de los caballos' y asegura que pedirá amparo a la ONU
El ex regidor dice que el asunto lo llevaron sus hijos y sus subordinados
El ex alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil, negó ayer hasta una docena de veces ante el tribunal de la Audiencia de Málaga que juzga el caso de los caballos su participación en el asunto. Gil, que se enfrenta a una petición de tres años de cárcel por malversación de fondos públicos por haber empleado presuntamente dinero del Ayuntamiento de Marbella para esponsorizar a un jinete que montaba caballos de su ganadería, negó los hechos que se le imputan y aseguró que no fue informado ni por sus subordinados en el ayuntamiento ni por sus hijos de la operación.
Gil llegó ayer inusualmente discreto a los juzgados. Vestido con un elegante traje de chaqueta azul marino, permaneció en silencio hasta el comienzo de la vista, pese a la multitud de focos y cámaras que se agolpaban en el descansillo de la sala de vistas de la Sección Segunda. Una vez en el banquillo, su discurso fue subiendo de tono a medida que el fiscal anticorrupción interrogaba, hasta que el presidente de la sala, José María Muñoz Caparrós, le llamó a la compostura. Ya en los pasillos del juzgado, después de declarar, afirmó que era objeto de "una persecución política" y que pensaba "pedir amparo a la ONU".
El ex alcalde de Marbella afirmó ante el tribunal que nunca tuvo noticias, ni por sus hijos -uno de los cuales, Miguel Ángel Gil Marín, se sienta junto a él en el banquillo en esta causa-, ni por sus subordinados -el ex presidente de la sociedad municipal Eventos 2000 y actual alcalde, Julián Muñoz, o el gerente de la sociedad, Modesto Perodia Cruz Conde, también acusados- de que el Ayuntamiento de Marbella hubiera firmado un contrato de patrocinio con el jinete Juan Matute para que éste luciera publicidad de Marbella en las mantas de tres caballos de la Ganadería Valdeolivas, propiedad de su familia.
Gil negó a preguntas del fiscal que los caballos fueran propiedad de Valdeolivas en el momento en que se contrató la publicidad, aunque él figurase como su dueño en documentos de 1990, 1995 y 1999. Explicó que su relación con el jinete Matute se limitó a una conversación informal durante un evento hípico y que posteriormente su hijo Miguel Ángel nunca le habló de que Matute hubiera llegado a acuerdo alguno con Valdeolivas para la cesión de los caballos. También negó que hubiera tenido conocimiento del acuerdo entre el jinete y el Ayuntamiento de Marbella para que éste esponsorizase a Matute, o que hubiera dado orden a Muñoz o Perodia para que se firmase un contrato de esponsorización. "No sabía nada del contrato porque yo no lo llevaba", dijo.
El actual alcalde de Marbella, Julián Muñoz, que presidía la sociedad municipal Eventos 2000 cuando se formalizó el contrato entre el ayuntamiento y Matute, subrayó que sus funciones en Eventos 2000 eran "meramente institucionales", y señaló que Perodia tenía "plenos poderes" para tomar decisiones. Sí reconoció, no obstante, que su firma figuraba en el contrato suscrito entre Matute y el ayuntamiento.
Miguel Ángel Gil Marín, por su parte, negó haber intervenido en el contrato de patrocinio municipal. "Me limité a darle a Matute un número de teléfono para que llamase al ayuntamiento", dijo. El fiscal le preguntó por qué, si su participación se había reducido a eso, el jinete le envió a su despacho un fax en el que exponía las condiciones de su contrato con el ayuntamiento. "No lo sé, pero difícilmente podía yo firmar un contrato en nombre de una entidad a la que no represento", respondió.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.