"No creo en dar dinero a cambio de tener niños"
La catedrática de Sociología Inés Alberdi disertó el miércoles pasado sobre las tendencias de cambio de las familias actuales en Bilbao invitada por la Asociación Vasca de Sociología.
Pregunta. La familia vuelve a estar en boca de todos.
Respuesta. Sí, en nuestro país desde anteayer. Durante años aquí no hablábamos de la familia, cosa que sí ocurría en otros países donde los progresistas y los tradicionales se erigían en defensores de la familia. Porque a Franco se le llenó la boca hablando de la familia pero nunca hizo nada por ella. Por eso se identificaba con lo carca.
P. Pero es el colchón último.
R. Sí, es la red fundamental de solidaridad y apoyo. Cómo entender las tasas de paro tan importantes que ha habido en nuestro país sin que hubiera catástrofes sociales. Pues en parte porque la familia ha sido el sostén de los parados, enfermos y minusválidos. Es una institución muy valorada por todos, jóvenes y mayores. Ahora es urgente atender de manera pública y solidaria a la tercera edad, a la que hasta ahora han atendido mayoritariamente las familias.
P. ¿Cómo se están adaptando las instituciones y las empresas a las nuevas familias?
R. Uno de los temas pendientes más importantes es la compatibilidad entre la vida personal y la profesional. Actualmente es muy difícil con unas empresas que tienen horarios como si los trabajadores no tuvieran vida personal ni familiar. Los servicios sociales son muy insuficientes porque piensan que en las familias no hay niños para cuidar, ni mayores, ni minusválidos y que el que los tenga allá se las componga. Muchas mujeres de mediana edad están ayudando a sus hijos para que salgan adelante pero a la vez atienden a sus mayores que viven más que nunca. Eso no se puede dejar al albur de los recursos de cada uno. Hacen falta medios, no sólo residencias.
P. ¿Qué opina de las ayudas económicas a la natalidad?
R. A la gente joven se le ayuda con servicios sociales, guarderías, horarios... Los partidos están a ver quién promete más dinero. No creo que sea una fórmula. Hay que dar dinero al que lo necesita, no al que tiene muchos hijos. Si no, a menudo estaríamos dando dinero a las clases medias. Los permisos de maternidad me parecen muy bien pero tienen que ser de verdad. Ahora sólo los tienen las mujeres con empleo estable pero muchas tienen uno precario o no trabajan. Y los dos días que tiene el hombre trabajador al nacer su hijo es poquísimo. Además, el permiso del padre debería ser independiente del de la madre, que ahora le tiene que ceder parte del suyo. Así lanzamos el mensaje de que los niños son de ambos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.