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CPV ha jugado y nos ha robado los sueños a 1.200 familias. Las administraciones, en lugar de preocuparse por nuestro caso, recibirnos y ayudarnos a buscar soluciones, hacen caso omiso a nuestro problema, nos rehuyen y además, para más inri, nos insultan y nos faltan soltando lindeces como: 'No podemos hacer nada, es un contrato entre particulares', 'Son gente sin preparación', 'No se han preocupado de investigar dónde se metían'. Les recuerdo que somos 1.200 afectados, entre los que nos encontramos licenciados, diplomados, estudiantes universitarios, pequeños empresarios, amas de casa, trabajadores; gente normal a la que sólo les ha faltado pedir el certificado de penales de estos pájaros.

Quiero agradecer a las administraciones todo su apoyo, y recordar que ni queremos ni pedimos caridad, sólo queremos nuestros pisos, que por otro lado hemos pagado, y por los que vamos a pelear las 1.200 familias de afectados.