La CE pide a Grecia que explique la falta de controles ante un barco que recaló en sus puertos

Las autoridades comunitarias discreparon ayer abiertamente del argumento utilizado por el Ejecutivo gibraltareño para no controlar al petrolero Prestige. Gibraltar argumenta que no estaba obligado a inspeccionar el buque porque ancló durante unas horas en el mes de junio fuera de su puerto para realizar una labor de repostaje. Pero la Comisión Europea deja claro que la directiva europea sobre seguridad en el transporte marítimo, que es de aplicación también en Gibraltar, no hace distinciones entre las operaciones que se hacen en puerto o en plataformas externas. La pega es que la legislación entra en vigor en julio de 2003.

Los servicios de la Dirección general de Transportes de la Comisión sigue el rastro que dejó el Prestige por aguas europeas antes de naufragar frente a las costas gallegas. Ya tienen localizados dos puntos. Se sabe que el petrolero paró, al menos una vez durante los últimos cuatro años, para repostar combustible en aguas gibraltareñas. No se descarta que lo haya hecho también en otras ocasiones. Y ayer se descubrió que el buque recaló en junio pasado por el puerto griego de Kamalata. Por ello Bruselas enviará la semana próxima una carta a Atenas para que explique los procedimientos que siguieron para controlar al petrolero. Lo mismo que se hizo el jueves con Reino Unido.

La Comisión Europea quiere así dejar claro que 'no se va sólo contra Gibraltar' y advierte de que se le pedirá a cualquier país europeo por el que se sepa que haya pasado el Prestige 'que explique si hacen los controles portuarios y cómo'. 'Estamos siendo muy educados', indicaron fuentes del Ejecutivo comunitario. Sin embargo, una de las cosas que se reprocha al Reino Unido es que sea uno de los países europeos más pasivos al aplicar la legislación comunitaria que refuerza los controles de seguridad marítima para evitar catástrofes.

Bruselas también deja claro que la directiva sobre seguridad en el transporte marítimo es de aplicación en Gibraltar, porque Reino Unido no contempló ninguna excepción para la exclusión del Peñón en esta política. De esta manera se resuelve también una contradicción planteada por el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, en la que insinuaba que los barcos como el Prestige que quieren escapar de los controles portuarias europeos se dirigen a Gibraltar porque allí no rigen las normas comunitarias. 'Se equivoca', indicaron.

Vigilancia de la UE

Éste es el segundo motivo por el que ayer la comisaria europea de Transportes, Loyola de Palacio, afirmó que la Comisión Europea estaría dispuesta a llevar a Reino Unido ante el Tribunal de Justicia de la UE por incumplimiento de las normas comunitarias. 'Las autoridades de los puertos de la UE tienen que llevar a cabo controles y verificar que no llegan barcos que comportan riesgos para el medio ambiente y las tripulaciones', declaró.

Las autoridades gibraltareñas intentaron ayer desentenderse de su responsabilidad en el suceso, al afirmar que no están obligadas a inspeccionar a barcos que no entran en sus puertos y que anclan temporalmente frente a sus costas. Peter Caruana, primer ministro del Peñón, exigió además al Ejecutivo comunitario una rectificación por lanzar 'falsas acusaciones' contra Gibraltar.

Bruselas responde que no hace distinciones. La directiva -que será de aplicación obligatoria para todos los países en julio de 2003- establece que se deben realizar controles como mínimo al 25% de los buques y en su artículo 3 señala que las inspecciones se aplicaran a cualquier barco, independientemente de que atraque en puerto o ancle fuera de las infraestructuras portuarias.