El paquistaní condenado a muerte en EE UU dice que 'volvería a matar'

Pocas horas antes de su ejecución, un paquistaní condenado por el asesinato de dos agentes de la CIA en Estados Unidos en 1993 aseguró ayer que no se arrepentía. En una entrevista con el servicio en urdu de la BBC, Aimal Khan Kansi dijo que volvería a hacerlo de nuevo si tuviera la oportunidad. Relató que llevó a cabo el atentado para mostrar su malestar por la política 'antimusulmana' de EE UU en Oriente Próximo.

La familia de Kansi, con el apoyo de la Embajada de Pakistán en Washington, lanzó una última petición de clemencia, pero las posibilidades eran escasas. Su ejecución, por medio de una inyección letal, estaba programada para las nueve de la noche de ayer (las cuatro de esta madrugada, hora peninsular española), a menos que intervinieran el Tribunal Supremo de EE UU o el gobernador de Virginia, donde está condenado.

Kansi, de 38 años, estaba tranquilo y sereno cuando contestó a los periodistas por teléfono desde su celda de alta seguridad.

'Sí, maté a dos personas frente a la sede de la CIA y así lo dije en mi confesión al FBI', declaró. 'Les dije que quería dejar constancia de mi oposición a su política exterior, hacia Oriente Próximo, en especial su política proisraelí, antipalestina y antimusulmana'.

Kansi negó que tuviera vínculos con Al Qaeda, la organización de Osama Bin Laden, aunque admitió tener amigos entre los talibanes y haber coincidido con Bin Laden en una ocasión.'Vi a Osama una vez en Kandahar. La gente le daba la mano. Yo también lo hice', admitió antes de subrayar: 'Él no me conocía'.

Al día siguiente de los asesinatos en 1993, Kansi regresó a su Pakistán natal, antes de cruzar la frontera afgana para evitar ser detenido. Fue capturado en 1997 después de que agentes paquistaníes y del FBI lograran engañarle para que regresara a su país.

En Pakistán ha habido protestas en contra de su ejecución. EE UU cerró ayer su Embajada y consulados en ese país tras haber lanzado la semana pasada un aviso a sus ciudadanos para que estuvieran alerta ante posibles 'actos de represalia'.