_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

¡España!

Éste parece que va a ser el grito de guerra electoral del PP. Según el señor Aznar, el PP es el único partido que está en posesión del verdadero concepto de lo que es España. Quien no lo comparta, es un 'enemigo de la patria común e indivisible de los españoles'. Y el enemigo principal en estos momentos y al que hay que derrotar, no es otro que el PSOE. Los socialistas, con su acercamiento al nacionalismo vasco -Odón Elorza, Javier Rojo...- o proponer ideas catalanistas de corte nacionalista, como Pasqual Maragall, se están aliando con los enemigos de España, es decir, con los separatistas. Éste es el mensaje simplón, por reduccionista, con que el PP ha iniciado la campaña electoral. La demagogia está servida. Con estos escasos mimbres, pero de eficacia probada, pretende llevar el PP a su terreno partidista a la opinión pública. Mucho me temo que nos van a correr a 'españazos'. Como antaño, como cuando el general africanista regía nuestros destinos. 'Por la gracia de Dios', naturalmente.

Hablemos claro: el mensaje principal del PP va a ser -ya lo está siendo- presentar a los socialistas como los enemigos de España, de la 'España constitucional'. ¿Y quién ha dicho que esa 'España constitucional' hay que aceptarla como un dogma? ¿No se puede, democráticamente, partiendo del marco jurídico que la Constitución y los Estatutos permiten para sus reforma, diseñar y aprobar otra España 'tan constitucional' como la presente? Según los demócratas, si duda. ¿Por qué no? ¿Dónde está el impedimento? No en la Constitución ni en los Estatutos, por supuesto, que tienen establecidos los mecanismos para su reforma. Cualquier demócrata estará de acuerdo con lo que aquí se dice. Quienes padecen un déficit democrático, en absoluto. No sólo no estarán de acuerdo sino que a quienes propongan cualquier reforma en este sentido serán acusados de enemigos. Enemigos, ¿de qué, de quien? ¿De España o del PP? Aznar, con Mayor Oreja y el fiel Arenas se han apoderado del concepto de España. Y, o se está con ellos o con el 'enemigo'. ¡Son unos demócratas! ¡Qué país, Miquelarena!

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_