Retrato apasionante

Este Cravan vs. Cravan del debutante Isaki Lacuesta es una de las propuestas más inteligentes del cine español en mucho tiempo. Con paciencia de detective, soluciones brillantes y algún hallazgo del que saca extraordinario partido (el poeta, y también boxeador, Frank Nicotra, que hace de cicerone en esta reconstrucción documental de la vida del apasionante personaje; la música de Pascal Comelade; el mezclar en el filme a variadas gentes del mundo del circo, por ejemplo), Lacuesta conduce al asombrado espectador por los entresijos de una existencia tan azarosa que corre el riesgo de resultar ficticia, como recuerda el poeta Enric Casassas, otro de los grandes hallazgos del filme, en algún momento del desarrollo de éste.

El resultado es un producto fronterizo, ni documental clásico ni película enteramente construida a partir de la puesta en escena; una indagación que oculta, con habilidad que sólo al talento le está permitida, la pobreza de medios con que está hecha tras un montaje imaginativo.