Críticas al síndico mayor

Todos los grupos parlamentarios, excepto el de CiU, mostraron ayer su inquietud por la situación que atraviesa la Sindicatura de Cuentas, el órgano fiscalizador de las administraciones públicas, por la actuación del síndico mayor, Marià Nicolàs, que fue elegido a propuesta de CiU.

El portavoz del grupo de ICV, Joan Boada, tildó ayer a Nicolàs de 'inepto consciente' por la parálisis en la institución y reclamó la elaboración 'urgente' de una ley de funcionamiento de la sindicatura, pendiente desde 1991. Varios grupos -entre ellos el popular y el socialista- mantenían ayer conversaciones para impulsar una iniciativa para obligar al síndico mayor a rendir periódicamente cuentas ante la Cámara del grado de cumplimiento de los trabajos que encarga el Parlament.

Antes del verano, Nicolàs fue obligado a ampliar el informe sobre el caso Pallerols, pero durante más de cuatro meses se resistió a asumir el encargo y lo mantuvo paralizado hasta que fue obligado a asumirlo por el pleno de la sindicatura. También ha retrasado también el informe sobre Europraxis -empresa vinculada a un hijo del presidente de la Generalitat- al no firmar la compra de sellos, retiene sin enviar a la Cámara más de 20 informes aprobados en julio y se niega a ampliar el número de auditores.