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El presidente ruso y la circuncisión del 'aspirante' a islamista radical

'Recomendaré que le hagan la operación de tal modo que no le crezca nada nunca más', dijo Putin a un periodista

Pilar Bonet

En un gesto de corrección política, el servicio de prensa del Kremlin rompió su hábito de transcribir literalmente las palabras de Vladímir Putin y le enmendó el lenguaje al presidente. El exabrupto insinuando la castración como método contra el islamismo radical fue omitido de la versión oficial de la conferencia de prensa que Putin celebró el lunes con los líderes de la UE en Bruselas. Al periodista francés que preguntó sobre las consecuencias del empleo de minas y armamento para la población civil en Chechenia se le vino encima un chaparrón verbal, cuyos matices no fueron traducidos por los intérpretes de la rueda de prensa.

En un tono cada vez más exasperado, Putin fue hilvanando sus ideas hasta acabar invitando al periodista a acudir a Moscú, en el caso de que éste estuviera dispuesto a convertirse al islamismo radical y a hacerse la circuncisión. 'Recomendaré que le hagan la operación de tal modo que no le crezca nada nunca más', le espetó.

La salida de tono, motivada por la furia, por el populismo o por un peculiar sentido del humor, sonó por radio y televisión el lunes por la noche en Rusia y podía leerse ayer en periódicos como Vremia Novostéi o Gazeta, cuyos titulares subrayaban la 'propuesta de circuncisión' a Europa.

En su página de Internet, el Kremlin se limitó a podar la frase más atrevida de Putin, pero dejó el resto de sus palabras. El presidente acusó a los islamistas radicales de querer crear un califato universal, pretender 'el asesinato de los americanos y sus aliados' y ser un peligro para cristianos, ateos y musulmanes. 'Si es usted cristiano, está en peligro, pero si decide renunciar a su fe y se convierte al ateísmo, también está entre los que ellos se plantean liquidar'. 'Hacerse musulmán tampoco le salvará', añadió, 'porque consideran que el islam tradicional también está reñido con sus objetivos'. 'Si decide convertirse al islamismo radical y está dispuesto a hacerse la circuncisión, entonces le invito a Moscú. Nuestro país es pluriconfesional y tenemos especialistas sobre este tema', señaló el presidente, para pasar a la frase culminante.

Tras las restricciones informativas aprobadas por el Parlamento ruso, la expresión libre puede tener estos días consecuencias más molestas que el retoque de un texto. La administración presidencial hizo acudir al Kremlin a Anatoli Chubáis, uno de los directivos del canal de televisión TVS, para trasmitirle sus quejas por un programa de la serie Queso gratis, de Víctor Shenderóvich. El programa, emitido el 2 de noviembre, acusaba a los dirigentes rusos de indiferencia para con la vida humana en la crisis de los rehenes. 'No sólo no pudieron salvarlos, sino que los exterminaron con sus propias manos', dijo Shenderóvich.

Por otra parte, periodistas del semanario Versia han sido citados a declarar por el Servicio Federal de Seguridad (SFS). El motivo oficial es un artículo donde se decía que el SFS había destinado uno de sus solares en el cotizado centro de Moscú a construir viviendas de élite.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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