Arenas anuncia inversiones en Ceuta por 91 millones de euros

Reducir la dependencia económica de Marruecos. Este es el objetivo que persigue el plan de inversiones para 2003 que el titular de Administraciones Públicas, Javier Arenas, anunció ayer en Ceuta. La programación, en la que han intervenido nueve ministerios, supondrá una inversión superior a los 91 millones de euros en el plazo de un año, argumentada por Arenas en la necesidad de desarrollar el tejido productivo de la ciudad autónoma, que vive una profunda crisis comercial provocada por el descenso del comercio transfronterizo y agravada tras el incidente en el islote Perejil.

De hecho, las relaciones comerciales e irregulares con Marruecos (con el que no hay una aduana comercial en Ceuta) suponen el principal indicativo de la actividad económica de la ciudad, que genera un volumen de 600 millones de euros anuales.

Arenas afirmó que este plan es 'un paso adelante' sobre la españolidad de la ciudad norteafricana, subrayando que el Estado 'se va a volcar' para despejar el horizonte de futuro de Ceuta. 'No se trata sólo de defender su españolidad', reiteró, 'sino de decirle a quien haya que decírselo que nunca nos prestaremos a conversaciones sobre su soberanía'.

Las inversiones responden, según el ministro, al compromiso adquirido por el Gobierno para impulsar sectores poco o nada desarrollados, como el industrial, el turístico o el portuario, así como para incentivar la llegada de inversores privados, creando en la ciudad autónoma una sede permanente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y ayudando a la reconversión del sector comercial.

Para el presidente ceutí, Juan Vivas (PP), el plan es un 'mensaje de confianza', y recordó que al finalizar la crisis de Perejil el ministro Arenas ya anticipó que antes de final de año se revelarían las líneas maestras de un proyecto 'esencial para el porvenir de la ciudad'.

La visita de Arenas a Ceuta será seguida por las visitas de otros ocho ministros, que ya han anunciado su llegada. Hoy lo hará la ministra de Sanidad, Ana Pastor, y el viernes el vicepresidente económico, Rodrigo Rato.