El ultimátum de la OTAN a Irak no incluye el uso automático de la fuerza
El régimen de Sadam Husein dispone de siete días para aceptar si quiere evitar la guerra
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó ayer por unanimidad la resolución 1.441, que obliga a Irak a aceptar el regreso de los inspectores de armas y amenaza con 'graves consecuencias' -en otras palabras, la guerra- si renuncia a esta 'última oportunidad'. Estados Unidos, que presentó el texto para obtener el respaldo de la comunidad internacional, reafirmó sin embargo que podrá actuar en solitario si en algún momento lo estima necesario. El régimen de Sadam Husein dispone ahora de siete días para responder al ultimátum lanzado desde la ONU.
Tras casi ocho semanas de negociaciones, los 15 miembros del Consejo tardaron menos de un minuto en aprobar la resolución presentada por EE UU y Reino Unido. A las diez de la mañana, los embajadores estaban en la sala con amplias sonrisas, ya que sabían de antemano el resultado de la votación, resuelto en conversaciones telefónicas entre el presidente George W. Bush y sus homólogos francés y ruso, Jacques Chirac y Vladímir Putin.
La decisión fue unánime: 15 votos a favor. Incluso Siria, el único país árabe del Consejo y el único que parecía decidido a abstenerse, cambió de opinión después de que el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, que se jugaba mucho en la votación, contactara con el jefe de la diplomacia siria, Faruk al Shara. Damasco, como el resto de las capitales del Consejo, tenía mucho que perder al enfrentarse a EE UU.
En la Casa Blanca, Bush acogió el resultado con satisfacción: 'Ya sabemos cómo terminará esta crisis, con la completa eliminación de sus armas de destrucción masiva. La única cuestión para el régimen iraquí es decidir cuándo. Su cooperación debe ser rápida e incondicional o se enfrentará a las más graves consecuencias'. Si Irak no respeta las resoluciones, añadió, 'EE UU y otras naciones desarmarán a Sadam Husein'.
Según el calendario de la resolución, Bagdad dispone de siete días (hasta el 15 de noviembre) para responder, y de 30 días para entregar un informe detallado de su arsenal químico, bacteriológico y nuclear. Los inspectores regresarán para instalarse y empezar a trabajar tras cuatro años de ausencia.
Bush dejó claro que, si bien está dispuesto 'a discutir con el Consejo cualquier violación' iraquí, en ningún momento la ONU puede 'poner en peligro nuestra libertad de acción'. Lo reafirmó en el Consejo el representante estadounidense, John Negroponte: 'Esta resolución no impide que ningún país pueda defenderse'. Washington estima que ahora dispone de todos los instrumentos legales y políticos para atacar a Irak. Después de su triunfo en las urnas el martes, la aprobación de la resolución es una nueva victoria para Bush.
El texto 'es una obra maestra de ambigüedad creativa', comentó un diplomático cercano a las discusiones. Afirma que Irak 'ha estado y permanece' en flagrante violación de su acuerdo de desarme con la ONU y se enfrentará a 'graves consecuencias' si no coopera. El Consejo subraya que ésta es 'la última oportunidad' del régimen de Sadam Husein de respetar las 16 resoluciones, con ésta 17, aprobadas desde la guerra de 1991.
El texto, uno de sus objetivos, es lo bastante ambiguo como para que EE UU y Francia puedan adjudicarse la victoria. Washington modera el uso automático de la fuerza y París consigue mantener un proceso en dos etapas aunque no esté sancionado por una segunda resolución.
'Estados Unidos podrá decir lo que quiera, pero hemos conseguido que no se tome ninguna decisión antes de que los inspectores informen debidamente a la ONU', aseguraba ayer un diplomático francés. La meta de París era preservar las reglas del juego de la diplomacia multilateral, amenazadas por la doctrina de ataques preventivos.
Reticencias rusas
Rusia no ha sido tan optimista. El voto de Moscú fue mucho menos entusiasta que el de Francia. Incluso después de su conversación con Bush, Vladímir Putin siguió expresando serias reservas sobre las ambigüedades del texto. 'Lo más importante es que la resolución evita la amenaza directa de la guerra' y abre el camino 'hacia una solución política', dijo el representante ruso, Serguei Lavrov.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, mencionó la posibilidad de acabar con las sancciones, que no consta en la resolución. Instó a Bagdad a aprovechar la oportunidad de 'terminar con el aislamiento y el sufrimiento del pueblo iraquí'.
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