Un alumno del ICAI, en estado crítico tras sufrir una descarga eléctrica en unas prácticas

F. J. M. R., de 22 años, estudiante de cuarto curso de ICAI (escuela de ingeniería de la Universidad Pontificia de Comillas), se encuentra ingresado en la unidad de críticos del hospital Clínico desde el pasado martes. El alumno de esta universidad privada sufrió una fuerte descarga eléctrica mientras efectuaba unas prácticas con unos transformadores. La sacudida le produjo una parada cardiorrespiratoria, de la que fue recuperado por facultativos del Summa, según un portavoz de Emergencias 112. El centro ha clausurado el laboratorio.

Eran las 9.55 del pasado martes, cuando el alumno, de cuarto de Ingeniería Industrial (el último curso de la carrera), se encontraba con sus compañeros en el laboratorio de máquinas eléctricas, situado en la planta baja del edificio de ICAI-ICADE de la Universidad Pontificia de Comillas (2.200 alumnos), en la calle de Alberto Aguilera (Centro). Las prácticas, que consistían en medir el voltaje de los transformadores y en conectar estas máquinas eléctricas, habían transcurrido sin problema, según fuentes del centro universitario. Los dos profesores ordenaron que desmontaran los equipos para recogerlos. En ese momento, el estudiante tocó los dos bornes de dos transformadores que estaban conectados a la red eléctrica. Al hacer masa, sufrió la descarga eléctrica. Ésta fue tan potente que cayó al suelo y entró de forma inmediata en parada cardiorrespiratoria. Cerca de él se encontraba uno de los profesores, que acababa de pasar junto a la mesa de la víctima. Éste desconectó los cables y ordenó que avisaran al médico de la universidad.

Mientras, el otro profesor sacó su teléfono móvil y avisó al teléfono de emergencias 112. Desde este servicio se activó una UVI móvil del Summa, que llegó a los pocos minutos. Mientras acudían los facultativos, el médico del centro intentó hacer, junto con el profesor y un alumno, las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas. Los intentos fueron inútiles.

Los facultativos del Summa tuvieron que emplearse a fondo hasta que lograron sacarle de la parada cardiorrespiratoria. Tras ser estabilizado y entubado, fue trasladado a las urgencias del hospital Clínico. Allí fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos de críticos, en la que se encuentra desde que ingresó en el hospital a la espera de su evolución. Fuentes médicas señalaron que su pronóstico era crítico y que las próximas horas son fundamentales para la recuperación del paciente.

Instalación eléctrica

La dirección de la universidad ordenó la clausura inmediata del laboratorio y contrató a una empresa de certificación autorizada para comprobar la instalación eléctrica del edificio. El peritaje demostró que la instalación se encontraba 'en perfectas condiciones', según fuentes del centro, por lo que el accidente pudo deberse a una negligencia del alumno a la hora de desmontar los transformadores. Estas máquinas están alimentadas con baja tensión industrial y oscila entre los 380 y 400 voltios, según un portavoz del centro.

Los padres del alumno declinaron ayer hacer declaraciones y pidieron afrontar 'en paz' el dolor que sufren. El director de la escuela de ingeniería, Fernando de Cuadra García, se ha puesto a disposición de la familia para todo lo que pueda necesitar. La dirección del centro ha abierto un expediente informativo y ha mantenido clausurado el laboratorio por si fuera necesaria una investigacion posterior.

Un especialista en neurología explicó que las lesiones en el cerebro por falta de oxígeno pueden tener 'carácter irreversible' si la parada cardiorrespiratoria se prolongó más de cinco minutos. 'Si el paciente ha dejado de respirar más de tres minutos, el cerebro ya puede quedar lesionado', añadió el especialista.

En lo que va de año, han fallecido dos personas víctimas de electrocución. El último se produjo el pasado 29 de octubre, cuando una joven de 18 años murió al morder el cable de un despertador que estaba enchufado. El primero ocurrió el 23 de febrero, cuando un repartidor de periódicos de Móstoles se subió a una torre de alta tensión.