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Reportaje:

Sugerencias para 'saborear' los cuadros

La Semana del Gusto propone a los madrileños conocer la historia de la alimentación a través de las obras de arte

'Las migas llevan pan y las gachas no'. 'Bueno, eso según las regiones, porque hay quien incluso le pone uvas a las gachas'. Un grupo de personas discutía ayer sobre los ingredientes de ambos platos. No estaban en una clase de cocina, sino ante un cuadro de Murillo, en el Museo de Bellas Artes de San Fernando. El guía de la visita les había desafiado a distinguir el contenido de una olla que aparece en la pintura San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, y la polémica saltó cuando unos apostaron porque eran migas, y los demás juraban que eran gachas.

Esta propuesta es la novedad de este año dentro de la Semana del Gusto. 'Hemos querido acercar a la gente al mundo de la alimentación a través del arte', resumió ayer Alfonso de Claver, director del Instituto de Estudios del Azúcar y la Remolacha, organizador de todo el programa. En grupos de 25 personas y en tandas de mañana y tarde, el Museo del Prado, el Thyssen, el Reina Sofía y el de Bellas Artes de San Fernando acogen visitas guiadas hasta mañana y ofrecen un folleto explicativo para aquellos que quieran acudir por libre el resto de la semana. 'Las listas de espera están llenas e incluso viene gente sin reserva rogando un hueco', explicó el cicerone de las visitas, Tomás Ladrero. 'Incluso hay quien repite porque consiguió plaza en más de una expedición', añadió.

Es el caso de María Ofelia Fuentenebro y su marido, Miguel Ramos, que ayer esperaban impacientes a las puertas del Museo de Bellas Artes de San Fernando, y que el día anterior habían estado en el Reina Sofía. 'Hemos vivido durante 40 años en Palencia y allí hay muchas carencias culturales, así que ahora aprovechamos todo lo que podemos', festejaron.

Junto a ellos, Pablo Torrado se quejaba de no haber podido conseguir una vacante en la actividad de cata de vinos. 'Me gusta el arte y el buen comer, así que habría sido estupendo poder participar en las dos cosas', decía.

Ya dentro de la pinacoteca, Tomás Ladrero ilustró a su público sobre el significado de que Zurbarán pintase corderos: 'Es la representación de Cristo; de ahí lo de cordero de Dios, que decía san Juan Bautista'.

Pero el pintor que más murmullo suscitó entre los visitantes fue Juan Van der Hamen, y sus bodegones. Ante las pinturas de este autor madrileño del siglo XVII, el cicerone explicó que los postres comenzaron siendo patrimonio de las clases más altas y que regalarlos era un detalle de buen gusto.

Sin embargo, lo que más agradó a los asistentes fueron anécdotas como la de la bucarofagia. 'Las mujeres de la alta sociedad se comían los búcaros de barro porque contenían arsénico en una cantidad mínima que les garantizaba una tez muy blanca', relataba Tomás Ladrero mientras señalaba uno de estos jarrones pintado por Van der Hamen.

La idea de integrar a los museos en las actividades de la Semana del Gusto nació hace dos años, pero no pudo materializarse hasta la presente edición porque los trámites resultaron arduos. 'Los cuatro museos y los ministerios de Educación y Agricultura se volcaron de inmediato con el proyecto, pero había que hacer la selección de los cuadros que íbamos a mostrar al público y una guía para aquellos que quisieran visitar por su cuenta', aclaró Alfonso de Claver.

A pesar de la gran demanda para acudir a los museos, la actividad que cosecha el mayor éxito es la clase para chavales en los colegios y hospitales. 'Hemos comprobado que entre un 15% y un 20% de los niños que asisten a estas clases muestran después un mayor interés por la alimentación, preguntando a sus padres y profesores', añadió el director de la Semana. Para el año próximo ya están pensando en montar 'casi un mes del gusto' con el objetivo de que nadie se quede fuera.

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