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Reportaje:ELECCIONES EN EE UU

Piedad para las cerdas enjauladas

Florida elige a su gobernador y vota extravagantes consultas populares en una jornada con fuerte presencia policial

No pudo faltar el surrealismo en las elecciones de Florida. Una de las enmiendas a la Constitución del Estado que más posibilidades tenía ayer de ser aprobada era la número 10: ¿está usted de acuerdo con que mantener a las cerdas enjauladas durante la preñez es cruel e indigno? 'Yo he votado que sí porque estoy en contra de la crueldad con los pobres animalitos, y creo que la mayoría de la gente piensa igual', decía Belvine Robinson.

De lo que no estaba tan segura es de que su candidato, el demócrata Bill McBride, pudiera derrotar al gobernador Jeb Bush. Los electores negros como Robinson votaron mayoritariamente a favor de McBride, no tanto por admirarle como por 'castigar' a los republicanos por lo que todavía recuerdan como la 'oportunidad perdida en 2000', cuando George W. Bush venció a Al Gore debido a que miles de negros se quedaron sin poder depositar su sufragio y miles de judíos lo perdieron por las confusas papeletas mariposa.

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Para evitar el fiasco de aquellas elecciones, un ejército de monitores vigilaba ayer las urnas. Las precauciones se extremaron especialmente en el condado de Miami-Dade, que fue el epicentro del caos de 2000 y también de las primarias del pasado septiembre. La policía custodió ayer las máquinas y el Centro para la Democracia -que vigila normalmente elecciones en el Tercer Mundo-, supervisó el proceso en los colegios de Miami. 'Nos hemos preparado como si fuera un huracán', repetía el administrador del condado, Steve Shiver.

Uno de los que votó a primera hora de la mañana en Miami fue el gobernador Bush. A las 9.35 llegó a la iglesia metodista de Coral Gables acompañado de su esposa, Columba, repartiendo autógrafos y besos entre las pocas votantes que había a esas horas en ese colegio situado en una de las zonas más ricas de Florida. 'Estoy muy optimista', se limitó a decir Bush, mientras apuntaba hacia una avioneta que escribía su nombre en el cielo.

Los anuncios aéreos, televisivos y radiofónicos de Bush han inundado el Estado de Florida en las últimas semanas. Tenía 38 millones de dólares para gastar, a diferencia de su rival, que apenas recaudó 12 millones de dólares. Ambos se han tirado a degüello. McBride, acusando de mentiroso e incapaz a Bush, y éste, amedrentando a los electores con eslóganes que describían a McBride como el gran despilfarrador que iba a disparar los impuestos.

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Pero los votantes no necesariamente se han guiado por la publicidad. Judith Slotzsky, por ejemplo, decía ayer que había votado a Bush 'porque su hermano es un gran amigo de Israel'. Slotzsky mantiene que todos los judíos como ella van a respaldar a Jeb.

De ser cierto, McBride perdería a una de sus bases fuertes. Bush cuenta además con el voto cubano y el de los ultraconservadores del norte del Estado.

La jornada electoral transcurrió ayer sin percances hasta el cierre de esta edición, a excepción de ciertos problemas eléctricos en media docena de máquinas del nuevo sistema de votación. La única queja de los electores fueron las largas colas en los colegios, debido a que hubo mucha más participación de la esperada. 'Eso son buenas noticias para mí', dijo el candidato demócrata McBride mientras votaba en Tampa.

El gobernador de Florida, Jeb Bush (izquierda, con gafas), vota utilizando un nuevo sistema de terminales, ayer en Coral Gables.
El gobernador de Florida, Jeb Bush (izquierda, con gafas), vota utilizando un nuevo sistema de terminales, ayer en Coral Gables.REUTERS

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