La reducción del impuesto sobre las plusvalías al 20% ha permitido a las rentas más altas bajar su IRPF
Los escalones más altos del IRPF consiguieron a partir de 1999 aligerar su factura fiscal gracias al tratamiento más suave para las plusvalías. El caso extremo es el de los declarantes de más de 500.000 euros de renta anual, para quienes las plusvalías supusieron aquel año (declaración de 2000) el 33,72% de sus ingresos. Gracias a este elemento, su tipo impositivo medio se recortó siete puntos respecto del marginal máximo de la tarifa (48%). Para las rentas más bajas, con más del 50% de sus ingresos obtenidos del trabajo, el tipo medio se situó muy cerca del marginal mínimo (18%).
Estos datos se recogen en el informe de la Dirección General de Tributos (veasé El PAÍS de ayer), perteneciente al Ministerio de Hacienda, y que aún se mantiene oficialmente en secreto. Demuestra que el cambio en el tratamiento fiscal de las plusvalías ha sido beneficioso para las rentas más altas y no sólo porque se nutren sobre todo de este tipo de ganancias. También porque, al gravarse con un tipo fijo (el 20% aquel año, el 18% en la actualidad y el 15% en 2003), no se aplica a la plusvalía en función de la renta previa de su propietario, como ocurría antes. Es decir, no se paga, por ejemplo, el 48% de la plusvalía en el caso de las rentas más altas, sino un tipo fijo (el 20% entonces).
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, insistió ayer en que el IRPF de 1999, la primera reforma fiscal del PP, 'es más equitativo que el que existía con anterioridad a esa fecha', informa Efe. Respecto del informe publicado ayer, Montoro dijo que carecen de valor los 'papeles internos que se puedan cruzar entre funcionarios del propio ministerio', aseguró.
En una nota del Ministerio de Hacienda, distribuida ayer, se asegura que el informe de Tributos 'es uno de los muchos que se ha realizado por diferentes departamentos para la elaboración de la Memoria de la Administracíón Tributaria del año 2000', tal como se recogía en la información publicada ayer. Añade que, para el conjunto de los contribuyentes, la rebaja del IRPF fue superior al 13% y que favoreció a las rentas más bajas. Asegura que 'es falso' que la reforma del IRPF no tuviera efectos claros sobre la progresividad.
El informe de Tributos, el primero que se conoce con datos completos y no sesgados sobre la reforma fiscal, pone en duda que el nuevo impuesto mejorara la progresividad y que favoreciera a las rentas más bajas. La causa es que los cambios por la introducción del mínimo personal y familiar y el aumento de los límites de obligación de declarar hacen difícilmente comparable el impuesto actual con el anterior.
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