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Voto en la 'capital' del islamismo

El pueblo de Sican, cerca de Ankara, es el paradigma del enfrentamiento entre el Estado laico y el integrismo religioso

Juan Carlos Sanz

'¿Yo? A Erdogan'. 'Yo también al AKP, claro'. Al mediodía de ayer habían votado ya dos tercios de los censados en el colegio Taylan Arasli de Sincan, un suburbio situado 30 kilómetros al noroeste de Ankara. Casi todos declaraban haber marcado en su papeleta al Partido de Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas en turco). Sincan sorprendió a toda Turquía en las elecciones municipales de 1994 por ser la primera alcaldía que los islamistas ganaron por mayoría absoluta.

Esta barriada de familias jóvenes empaquetadas en bloques monótonos fue escenario más tarde de la más tensa escenificación del enfrentamiento entre el Estado laico, defendido a ultranza por el Ejército, y las expresiones políticas del integrismo religioso.

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Frente a la aparente indeferencia ante los comicios (apenas se ven carteles electorales en las calles), un alto porcentaje de los 41 millones de turcos mayores de 18 años acudió disciplinadamente a las urnas en un país en el que el voto es obligatorio y que castiga con una multa a los abstencionistas. El presidente de una de las mesas del colegio Arasli, Murat Cengiz, funcionario del Ministerio de la Marina, de 51 años, explica el procedimiento de votación. Después de identificarse, los electores reciben una papeleta con los 18 partidos en liza y un sello con tinta. Una vez en la cabina, marcan un partido y depositan su sufragio en un sobre cerrado dentro de una urna de madera.

La mayoría de los habitantes de Sincan, capital del voto islamista en Turquía, llevaban ayer las manos manchadas de tinta. 'Aquí van a barrer; lo están haciendo muy bien en el Ayuntamiento', explica Alí Mehmet, un vendedor ambulante de 58 años cerca de la alcaldía de Sincan. 'Espero que logren más del 50%', asegura. 'Mi voto es para Tayyip Recep Erdogan, aunque no le dejen ser primer ministro'.

El Ramadán se aproxima. En Turquía está previsto que comience pasado mañana, miércoles. Muchos vecinos de Sincan aprovechaban la jornada electoral para comprar dulces y frutos secos, imprescindibles en las noches de fiesta, y regalos para las celebraciones del mes santo musulmán de ayuno y oración. Hace cinco años, también durante las veladas de Ramadán, un jefe de Gobierno islamista acudió a Sincan. Necmettin Erbakan, líder del partido en el que entonces militaba Erdogan, asistió junto con el embajador de Irán a un acto público que fue calificado de 'orgía islamista' por la prensa laica.

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Al día siguiente, los generales turcos dieron un puñetazo en la mesa y enviaron carros de combate de la División Acorazada Central, acantonada en las inmediaciones, a desfilar por el centro de Sincan. Lo demás es historia. El Ejército declaró al integrismo como enemigo de la patria, en el mismo plano que el terrorismo kurdo, y Erbakan presentó su dimisión como primer ministro pocos meses antes de que su partido, que había ganado las elecciones de 1995, fuera disuelto. Al igual que a Erdogan, se le ha prohibido presentarse a las elecciones legislativas de ayer.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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