Sólo para inversores o rentas medio-altas

Ni para los jóvenes, ni para aquellas familias en que sólo trabaje un miembro de la familia, ni para solteros... En los nuevos barrios de la capital, donde se proyectan unas 200.000 viviendas, las primeras casas que han salido al mercado tienen unos precios prohibitivos, de 170.000 a 380.000 euros. Entre ocho y 18 veces la renta media de un madrileño, cifrada en 21.599 euros.

Una vez pagado el 20% de entrada, que puede llegar a cuadriplicar la renta media, más 56.000 euros hasta la entrega de llaves, queda todavía una hipoteca de 1.300 euros mensuales (la renta mensual media del madrileño es de apenas 373 euros más). Vivir allí está reservado a inversores o familias con dos buenas rentas y otro piso.

Parejas que han dejado atrás la treintena hace tiempo, aprovechan los fines de semana y festivos para ir peregrinando por las casetas ubicadas a pie de obra -es un decir, ya que en muchos casos no se ha iniciado ni el movimiento de tierras-, donde el comercial inmobiliario, tras informar sobre plano de las dotaciones y equipamientos del entorno y de las calidades de las viviendas, les descubre la cruda realidad. Con precios que van desde 280.000 a 380.000 euros si se busca un piso de tres dormitorios sin pretensiones, descubren que sólo gracias a que siguen trabajando los dos, que les ayudará su padre y que se han conformado con un hijo único y están dispuestos a dejar de salir los fines de semana, podrán hacerse con una vivienda.

No hay tiempo para hacer muchas cuentas porque el comercial les advierte 'si quieren elegir, decidan ya', mientras mira nervioso cómo el número de visitantes en la caseta, equipada a todo lujo, va en aumento.

El precio final de una de dos dormitorios, de 75 a 100 metros cuadrados construidos, varía entre un máximo de 290.000 euros (48,3 millones de pesetas) en Sanchinarro y un mínimo de 170.000 euros (28,3 millones de pesetas) en los ensanches de Carabanchel o Vallecas. Unos precios a los que, además del 7% de IVA, hay que añadir, en muchos casos, un coste adicional de entre 9.000 y 14.000 euros (1,5 y 2,3 millones de pesetas) por plaza de garaje.

Con los precios sobre la mesa, la pareja, a pesar de todo, suele solicitar las condiciones para afrontar los pagos. La señal de reserva alcanza los 3.000 euros (500.000 pesetas), a descontar del 7% que se abona un mes después al firmar el contrato de compraventa, y continúan, hasta la entrega de llaves -en un plazo de entre 12 y 18 meses-, con el desembolso de las mensualidades necesarias hasta cubrir el 20% del precio inicial: entre 36.280 y 81.320 euros (6 y 13,5 millones de pesetas), IVA incluido.

Ni cobrando el salario medio bruto, 1.673 euros mensuales, según el Instituto Nacional de Estadística, los miembros de una pareja podrían afrontar estos desembolsos para un piso de tres dormitorios en los nuevos barrios del norte de Madrid (Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo), salvo que cuenten con otra vivienda o el ahorro suficiente, o bien, que cada uno viva en casa de sus padres para ahorrarse el alquiler.

Por último, no hay que olvidar que antes de la entrega de llaves el propietario de una vivienda de 260.000 euros (43,3 millones de pesetas) -precio medio en estos barrios- deberá pagar en gastos diversos, en un plazo de entre 12 y 24 meses, casi 56.000 euros (9,3 millones de pesetas). Le quedarían mensualidades a 25 años vista de unos 1.100 euros mensuales de cuota hipotecaria. Al año pagarán unos 13.200 euros, cuando la renta disponible es de 21.599 euros.