El renacer de una vieja relación
Las comunidades que integraron la antigua Corona de Aragón buscan fórmulas de cooperación
En los primeros siglos del segundo milenio constituyeron una potencia de primer orden en el Mediterráneo y ahora buscan nuevas fórmulas de cooperación en diversos ámbitos. Instituciones públicas y privadas, así como organizaciones políticas de las comunidades de Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Baleares han iniciado en los últimos tiempos una serie de contactos destinados a revivir de alguna forma la Corona de Aragón, creada en el año 1137 con la unión del Reino de Aragón y del Condado de Barcelona y que dos siglos después, tras la anexión de las tierras valencianas y de las islas Baleares, se había convertido en una potencia de primer orden en el panorama internacional merced a su expansión por el Mediterráneo.
El PP ha calificado de 'disparate' propio de la 'prehistoria' la iniciativa de la oposición
Lengua, cultura y economía suponen lazos de unión entre las cuatro comunidades
La iniciativa no persigue revivir las guerras que permitieron aquella aventura; tampoco esconde ningún tipo de ambición de orden territorial. Se trata, simplemente, de aprovechar los múltiples lazos de unión existentes entre cuatro comunidades que tienen varios siglos de historia común, con numerosas similitudes en el orden cultural, geográfico, social y económico, para avanzar hacia un futuro mejor para todos sus habitantes. Las cuatro comunidades suman 12.418.267 personas, según el censo de 2001 -lo que representa más de un 30% de total nacional- y constituyen el principal motor comercial de España, pues generan el 48% de las exportaciones y el 42% de las importaciones españolas.
La idea de estrechar lazos entre las comunidades de la antigua Corona de Aragón, retomada en los últimos tiempos por las formaciones políticas de la izquierda, singularmente los socialistas, ha sido objeto de crítica por parte del Partido Popular, que ha calificado de 'disparate' propio de la 'prehistoria' la propuesta federalista que, en el marco de las relaciones abiertas con sus homólogos de las otras tres comunidades de la antigua Corona de Aragón, ha defendido el líder del PSC, Pasqual Maragall.
Sin embargo, la idea no es nueva y el PP no ha sido en absoluto ajeno a la misma. Es más, la promovió en el año 1998 cuando, con motivo del 700º aniversario del monasterio de La Valldigna, el entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, defendió el 'protagonismo' de la Antigua Corona de Aragón en la construcción europea y abogó por estrechar vínculos entre estos territorios para 'hacer' un futuro común. Claro está, entonces eran los populares quienes gobernaban en Aragón y en Baleares, además de en la Comunidad Valenciana. Cuatro años después las tornas han cambiado y en esas dos comunidades gobiernan los socialistas, solos en el primer caso y en coalición en el segundo. Así, una iniciativa que hace cuatro años era buena porque la impulsaban los populares, es calificada de 'disparate' ahora que la retoman los socialistas. Hasta el punto de que los populares valencianos se desvincularon el pasado septiembre de una iniciativa puesta en marcha en el año 2000 por los presidentes de los parlamentos autonómicos de las cuatro comunidades, que se reunieron en Zaragoza y acordaron citarse anualmente con el objetivo de compartir experiencias y 'profundizar en todos aquellos aspectos que comparten , tanto los que se derivan de un pasado histórico y cultural común, ligado a la antigua Corona de Aragón, como aquellos que puedan contribuir a configurar, en el futuro, unas mejores relaciones de convivencia y desarrollo cultural, social y económico entre las personas y los pueblos respectivos'.
Aquella declaración fue suscrita por los presidentes de las cuatro cámaras autonómicas, incluida la titular de las Cortes Valencianas, Marcela Miró, quien al año siguiente acudió a la segunda reunión de los presidentes de los parlamentos, celebrada en Ciudadela (Menorca), donde los cuatro acordaron continuar por el camino abierto un año antes. Producto de esas dos primeras reuniones es un estudio promovido por los cuatro parlamentos y elaborado por las principales cajas de ahorro de las cuatro comunidades que pone de manifiesto el gran peso de los territorios de la antigua Corona de Aragón en el conjunto de la economía española, que fue presentado el pasado mes de septiembre. Al acto, celebrado en Barcelona, asistieron los presidentes de los parlamentos de Aragón, Baleares y Cataluña, no así la titular de las Cortes Valencianas. Y es que para entonces los socialistas de las cuatro comunidades, así como las respectivas federaciones de Izquierda Unida e incluso las organizaciones de las formaciones verdes de los cuatro territorios, ya habían abierto sus propias vías de colaboración y los populares ya habían hecho marcha atrás para pasar a criticar una iniciativa que habían hecho suya hace cuatro años. Miró recibió la sugerencia de no acudir a Barcelona.
Los barones socialistas de Aragón, Baleares, Cataluña y Valencia celebraron e agosto de 2001 un singular encuentro en el delta del Ebro. Fue una cumbre socialista informal de los territorios de la antigua Corona de Aragón convocada en una mejillonera, en medio de la bahía de El Fangar, a la que acudieron sin papeles y con ropa deportiva. Allí, Maragall abogó por crear una macrorregión económica que abarque las cuatro comunidades y parte del sur de Francia. 'Es una región a nivel europeo, con grandes posibilidades de competitividad', dijo Maragall, quien añadió: 'Las reuniones que tenemos con los líderes de los territorios de la Corona de Aragón no tienen sentido nostálgico, sino pragmático'.
Meses después, en febrero de este año, los cuatro líderes socialistas se reunieron de nuevo, esta vez en Valencia, y se comprometieron a abrir cauces de diálogo y cooperación en ámbitos como la ordenación del territorio, el turismo, el desarrollo industrial, la cultura, la lengua, las migraciones y el medio ambiente, todo ello con el objetivo de favorecer un marco de relación estable en el espacio social y económico del Arco Mediterráneo. Los cuatro volvieron a verse en julio pasado en Palma de Mallorca, donde fueron más allá, para promover una reforma del Senado que recoja el carácter plurinacional, pluricultural y plurilingüístico de España, así como la presencia efectiva de las comunidades autónomas en los órganos de decisión de la UE.
Pero los socialistas no han sido los únicos. Los coordinadores de Izquierda Unida de las cuatro comunidades también se han reunido para avanzar en la misma dirección. Lo hicieron con motivo del pasado 9 d'Octubre, fecha que también eligieron los dirigentes de Els Verds de los mismos territorios para mostrar su deseo de progresar por la senda de la colaboración. Junto a cuestiones políticas, culturales y lingüísticas, en las que conciden con los socialistas, ambas formaciones ponen el acento en el asunto del trasvase del Ebro, en torno al cual los socialistas no terminan de ponerse de acuerdo.
Del Archivo a las danzas
El Archivo General de la Corona de Aragón es el principal vestigio vivo del rico pasado común que atesoran las cuatro comunidades. Por eso, los partidos de la oposición se movilizaron de inmediato al conocer la intención del Gobierno central del PP de dividir el Archivo y reclamaron la constitución del patronato del organismo, para garantizar la unidad de los fondos allí depositados. No en vano, los estatutos de autonomía aragonés, catalán, balear y valenciano prevén la creación del patronato. Pero el Archivo no es el único testigo de ese pasado común. La lengua, la bandera y el derecho civil también constituyen fuertes lazos de unión entre unos pueblos que durante varios siglos caminaron por la misma senda: el catalán -bajo sus diversas denominaciones-, las cuatro barras -con sus diferentes añadidos en forma de franjas y escudos-, y las normas y fueros por las que se rigieron, también suponen un importante vínculo. Además, diversas manifestaciones culturales y deportivas también sirven de nexo de unión entre aragoneses, catalanes, baleares y valencianos. Así, desde hace años se celebran el Festival de Danses de la Antigua Corona de Aragón y la Vuelta Aérea a la Antigua Corona de Aragón. Junto a ello, existen muchas otras cuestiones comunes, como las geográficas: desde la más simbólica -el Pic dels Tres Reis en los puertos de Tortosa-Beceite, encrucijada natural de Cataluña, Aragón y la Comunidad Valenciana donde se daban cita los soberanos de los tres territorios- hasta las más reales, como la que representa el proyecto del Plan Hidrológico Nacional.
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