El arquitecto de la Filmoteca cree que la protección del edificio enriquece su idea
Montero ampliará la urna de cristal diseñada para la Fábrica de Gas
El proyecto arquitectónico actual para la nueva sede de la Filmoteca Vasca, ubicada en la antigua Fábrica de Gas de San Sebastián, 'no pierde la idea original, sino que ésta queda enriquecida'. Así lo afirma su autor, el arquitecto Joaquín Montero, quien durante el último año ha ajustado su diseño a la posibilidad, finalmente confirmada, de que el Gobierno vasco protegiese el edificio central del viejo complejo gasístico.
El Departamento de Cultura ha declarado bien cultural calificado, con categoría de monumento, la nave que albergó la Central de Generación Eléctrica, construida en 1908. Ha confirmado además como elemento protegido el gasomotor alemán que descansa en este inmueble, 'una pieza única' que deberá permanecer en su interior, así como un gasómetro de 112 años de antigüedad que habrá de colocarse en el exterior.
Montero, junto con los responsables de la Filmoteca Vasca, presentó su proyecto para construir la nueva sede de esta institución el 31 de octubre de 2001. Entonces sólo estaban protegidos el gasomotor y el gasómetro, pero ninguno de los tres edificios contiguos que conforman las antiguas instalaciones de la fábrica. Aún así, el arquitecto optó por cubrir los antiguos inmuebles con una urna de cristal como metáfora de la conservación de las películas y la memoria de la vieja fábrica. El proyecto original conservaba los muros de los tres edificios, pero transformaba parte de su interior, así como la cubierta de la nave central, de mayor volumen que las de los inmuebles de los lados.
'Más contundente'
La declaración de monumento ha obligado a Montero a ir introduciendo pequeños cambios, ya que el edificio central de la fábrica deberá contener el gasomotor, en contacto con la cubierta, y la estructura muraria, que no podrá modificarse.
Al tener que mantener la volumetría, el arquitecto ha aumentado el tamaño de la urna de cristal que cubrirá el conjunto de los edificios. Lejos de romper la filosofía original del proyecto, Montero asegura que 'lo mejora y lo hace más contundente'. El conjunto tendrá un 'carácter urbano': se podrá pasear por él y podrá albergar actividades. 'Ha sido un ejercicio extra, pero, al final, el proyecto logra asumir otras sensibilidades frente al patrimonio industrial', subraya Montero. Cultura protegió parte de la fábrica a raíz de una solicitud de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, que pidió que se declarasen monumento los tres edificios de las antiguas instalaciones de gas.
El presidente de la Filmoteca Vasca, Martín Ibarbia, también se muestra satisfecho porque se ha podido conjugar el proyecto arquitectónico para la nueva sede con la conservación del patrimonio industrial, pero se lamenta por el tiempo perdido. El comienzo de las obras, presupuestadas en 4,09 millones de euros, se ha retrasado más de un año.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.