En pie de guerra para recuperar la casa soñada
Los miles de afectados por el 'caso CPV' utilizan todas las armas para reivindicar las viviendas que la promotora nunca construyó
'¿Alguien puede informarme de la minuta de los abogados?', pregunta una internauta en un foro de la página web http/usuarios.lyco.es/excpv, que se identifica como Nuria. Dos personas responden a su petición. 'A los políticos les importa un pimiento nuestro problema', escribe otro desalentado bajo el nombre de Tonino.
Ellos, interlocutores anónimos en su mayoría, son algunas de las 1.200 personas que un día se cruzaron por el camino con unas siglas (CPV), correspondientes a Comercializadora Peninsular de Viviendas. Quisieron comprarse una casa en los nuevos barrios de Sanchinarro, Montecarmelo y Las Tablas, al norte de Madrid, y casi cinco años después andan organizando manifestaciones, mirando asombrados cómo se han convertido en protagonistas de los informativos de televisión o navegando por Internet en busca de un poco de luz ante su situación. No tienen casas porque CPV aseguró hace unos días que no dispone de terreno para construirlas. Y la mayoría ha perdido su dinero. Unos 18.000 euros (tres millones de pesetas) de media ha entregado como anticipo cada uno de los afectados, desde hace cuatro años, para hacerse con el piso soñado.
'A los políticos les importa un pimiento nuestro problema', se queja Tonino en la web de la asociación
Estos compradores frustrados y probablemente estafados se han asociado ahora bajo las siglas ACPV. 'La A es de Afectados', explica Elena Barrionuevo, la recién nombrada presidenta de dicha asociación (aún sin registrar) que ya cuenta con 500 miembros.
Cientos de personas -abogados, albañiles, secretarias, conductores, cajeras, estudiantes- que están en pie de guerra desde hace 10 días, dispuestos a que se haga realidad el piso que un día compraron sobre plano. Manifestaciones, concentraciones, asambleas, reuniones con políticos, contactos con abogados... Todo es válido. Incluso la batalla virtual.
El foro de la ACPV en Internet echa chispas desde hace una semana. 'Hola y ánimo. Ayer me informaron en Ibercaja de que la cuenta de la fase IV de Montecarmelo existe. A mi pregunta sobre si habría, por ejemplo, fondos para devolver a alguien unos dos millones de pesetas, me contestan: 'Me temo que no', escribía alguien el pasado 29 de octubre bajo el seudónimo de Autopsia.
Qué vía elegir para denunciar (penal o civil), si se deben seguir pagando las letras o no o qué hay de nuevo sobre los administradores de CPV son algunas de las preguntas habituales en una página que tiene ya cientos de usuarios y miles de lecturas. La iniciativa para usar Internet como punto de encuentro entre los que se creían propietarios de casas en los nuevos barrios del norte existe, sin embargo, desde hace años; desde mucho antes de que saltara este escándalo. Pero entonces tenía otro color. Una web abierta en 1999 por compradores del barrio de Las Tablas ilustra cómo todavía andaban ilusionados. En ella se volcaban planos, fotos del asfaltado de las calles, de las aceras y las farolas... Hasta el 23 de marzo de 2002 en que alguien escribe: 'Gracias a la fantástica gestión que CPV ha hecho para que consigamos nuestras viviendas... ya no tiene sentido que sigamos adelante'.
Después vino todo lo demás: las sospechas, la evidencia y las renuncias a seguir adelante con el proyecto de compra. Así lo atestigua otro de los mensajes del pasado septiembre: 'Soy de la primera fase, pero han acabado con mi paciencia y me han obligado a tirar la toalla. Después de cuatro años, he decidido darme de baja por no ver nada claro el tema de la CPV. ¿Cuáles son los pasos que debo seguir?'. 'No están pagando los pagarés', le responde Bárbara pocos días más tarde. Y desde que el caso CPV saltó a la prensa, la Red se ha convertido en testigo mudo de las quejas y los comentarios desesperados de los damnificados. Hace dos días la asociación de perjudicados ha tomado las riendas y en el foro de ACPV se transmiten informaciones de tipo legal, se cuelgan artículos de periódicos y se anotan detalles de la vida y obra de CPV. Incluso se hacen interrogantes sin respuesta: '¿Por qué CPV vendió los terrenos que tenía? ¿Dónde están las plusvalías?'.
'Los encargados de la web incluyen ahí también las convocatorias de movilizaciones de la asociación', comenta Barrionuevo. Ayer mismo, la web desvelaba las dos preguntas que el PSOE llevará el 7 de noviembre a la Asamblea de Madrid: ¿Qué pasa con el dinero que los afectados se han desgravado a Hacienda por la compra de las casas? ¿Cómo pueden conseguir suelo para edificar sus casas? Hoy los damnificados recogerán firmas antes del partido del Atlético de Madrid en las taquillas del fondo norte del Vicente Calderón (donde CPV posee un palco) para llevarlas al Defensor del Pueblo.
'Yo tenía un piso en Montecarmelo...'
En el caso CPV abundan los miembros de una misma familia, los amigos que se embarcaban juntos en la compra de una casa: 'Estaban bien de precio, nos gustaba el sitio, todo parecía legal. Compramos nosotros y lo hizo también mi hermano', explicaMari Paz Sanz, de 33 años. Y habla ilusionada del piso fantasma que compró en 1999: 'De 83 metros cuadrados, tres habitaciones, dos baños, garaje y piscina...'. Un sueño, si se mira desde los 30 metros atacados por la humedad en los que vive desde siempre, en Cuatro Caminos, con su marido y su hija de ocho años. 'Ganamos entre los dos 1.400 euros al mes y pagamos hasta el año pasado letras de 515'. Fue un gran esfuerzo. 'Todos nuestros ahorros perdidos...'. Sanz y su hermano se han querellado contra CPV por estafa. Al igual que lo ha hecho Elena Barrionuevo, la presidenta de la asociación de afectados de CPV. Ella y sus dos cuñadas pagaron casi 10 millones de pesetas de entonces por tres pisos. La familia compró unida, planeó unida y ahora se ha desilusionado unida. Como tantos otros. Y ahí están, portando pancartas junto a otros muchos para intentar recuperar sus casas. 'Vivimos mi marido y yo de prestado con parientes. Ni siquiera puedo participar en el foro de Internet. Estoy en el paro y no puedo comprarme ni ordenador', dice Barionuevo. 'Pocos podemos optar ahora a comprar nada. Necesitamos ayuda, independientemente del partido político que sea... Lo que queremos es tener nuestros pisos', se queja Barrionuevo. Nadie del PP se ha puesto hasta ahora en contacto con los damnificados. 'Ojalá el alcalde o el presidente regional encuentren algún día tiempo para escucharnos', dice.
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