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Un estudio revela que una pequeña reducción de la contaminación beneficia la salud

La reducción de los niveles de contaminación atmosférica, incluso en proporciones muy pequeñas, tiene un impacto positivo en la salud pública, lo que justifica la toma de medidas preventivas aun en ciudades con niveles bajos de contaminación, según las conclusiones del programa internacional Apheis en el que participa la Comunidad Valenciana. El estudio titulado Una evaluación del impacto en salud de la contaminación atmosférica en 26 ciudades europeas, incluido en el programa Apheis, presenta los resultados de esta evaluación en conjunto y ciudad por ciudad, siendo Valencia una de ellas. La Consejería de Sanidad participa en este proyecto a través de la Escuela Valenciana de Estudios para la Salud.

Han sido 26 ciudades y 12 países europeos durante 2001 el objeto de estudio del proyecto, y los resultados revelan que la contaminación del aire sigue siendo una amenaza para la salud pública en Europa a pesar de las normativas cada vez más severas en materia de emisiones. Durante los años 2000 y 2001, el estudio Apheis ha establecido una red de profesionales de la salud y del medio ambiente de 26 ciudades europeas, ha creado un sistema de vigilancia epidemiológica que genera una información continua y ha llevado a cabo en esas 26 ciudades la evaluación de impacto en salud.

El caso de Valencia

En Valencia, el informe local muestra que los niveles medios de humos negros fueron de 23,5 gramos por metro cúbico. De acuerdo con la evaluación de impacto en salud llevada a cabo en el proyecto, con la reducción hasta los 20 g/m3 de media diaria de humos negros en los días que se situaron por encima de esta cifra, se podrían prevenir anualmente alrededor de 28 defunciones prematuras. Consecuentemente, la reducción de los niveles de humos negros se asociaría con una mejora en las condiciones de salud de los ciudadanos de Valencia, donde, como en la mayoría de ciudades con una población importante, la fuente principal de la contaminación atmosférica son los humos procedentes de los vehículos a motor. Dado que la contaminación atmosférica afecta a toda la población de una ciudad, la mejora y el control de la calidad del aire es un problema de salud pública que requiere una atención continuada, según los resultados de este programa internacional.

La contaminación atmosférica considerada en este estudio hace referencia a las concentraciones de partículas. Se utilizan diferentes medidas y entre las más usadas están las partículas con diámetro de 10 micras (PM10) y los humos negros. La evaluación del impacto en salud llevada a cabo en 19 ciudades del proyecto donde se miden las partículas como PM10 y cuya población total es de unos 32 millones de habitantes, ha revelado que podrían prevenirse 5.547 muertes anuales si la exposición a largo plazo de las concentraciones de partículas en el aire ambiente se redujera 5 g/m3.

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