Caluroso día de Todos los Santos

Una menor asistencia a los cementerios que otros años y colas kilométricas en las carreteras marcaron ayer la festividad de Todos los Santos en Cataluña. Muchos ciudadanos aprovecharon la jornada de fiesta y las temperaturas de hasta 25 grados para salir de puente a celebrar la castanyada. Así, tampoco faltaron los panellets, los boniatos e incluso las calabazas propias del Halloween anglosajón, una tradición que cada vez toma más fuerza en estas latitudes.

En Barcelona, unas 50.000 personas acudieron a los cementerios municipales en recuerdo de sus familiares fallecidos y para homenajearles con flores, como gladiolos, crisantemos, claveles y rosas. Pese al descenso respecto al año pasado, cuando 90.000 personas acudieron a los camposantos, muchos barceloneses han adelantado la visita a otros días de esta semana, durante la que se ha registrado una afluencia mayor de la habitual.

El descenso del número de visitantes en los cementerios se reflejó en las carreteras de salida de la ciudad, donde se formaron retenciones de hasta 30 kilómetros. Las vías más afectadas fueron la autopista A-7 a la altura de Sant Celoni en dirección a Girona y la misma vía a su paso por El Vendrell en dirección a Tarragona. La A-2 se vio afectada por la salida masiva de vehículos en El Papiol y la carretera N-II a la altura de Igualada en dirección a Lleida. En total, unos 350.000 vehículos abandonaron la capital catalana, según informó el Servicio Catalán de Tráfico.

Este año los catalanes consumirán 670 toneladas de panellets sólo en la provincia de Barcelona, según el Gremio de Pasteleros, que este año ha introducido sabores exóticos, como el de kiwi, en los tradicionales dulces de almendra y piñones. Las ventas de castañas y boniatos en el mercado central de Barcelona han sumado en todo el mes de octubre 1.530 toneladas.