La Unión Romaní condena la invitación a Sevilla de la cineasta Leni Riefenstahl 'con dinero público'
Andalucía Olímpica atribuye las críticas a la desinformación sobre la directora alemana
La Unión Romaní de Andalucía y otras dos asociaciones gitanas expresaron ayer su 'profundo rechazo' por la visita a Sevilla de la cineasta alemana Leni Riefenstahl, a quien acusan de utilizar como extras a un centenar de gitanos para su película Tierras bajas (1940-1954) y de permitir que volvieran después a campos de concentración 'permitiendo así el asesinato de la mayoría de ellos', expresaron ayer en un comunicado.
'Como gitanos sentimos vergüenza de que una persona como Leni Riefenstahl pasee con dinero de nuestros impuestos por una ciudad que debe buena parte de su esencia y personalidad al pueblo gitano [...] No aceptamos que con dinero público se financie el agasajamiento a una persona que ha defendido, apoyado y glorificado los peores valores que se han dado en la historia de la humanidad', dice el texto firmado por la Unión Romaní andaluza, la Asociación de Mujeres Gitanas Universitarias y la organización Villela or Gao Kaló.
La centenaria directora alemana, polémica por sus filmaciones sobre el nacionalsocialismo y su amistad con Hitler, llegó el jueves a Sevilla para inaugurar sus exposiciones de fotografía y asistir esta tarde a la proyección de dos de sus películas, invitada por la Fundación Andalucía Olímpica que organiza el Festival de Cine y Deporte de Sevilla. Riefenstahl ha realizado El triunfo de la voluntad (1935) y Olímpia (1938), cintas que hoy se consideran obras maestras pero que cuando terminó la II Guerra Mundial se vieron como mera propaganda nazi.
'Comprendo la postura de estas asociaciones gitanas, pero tengo que advertirles que se basan en informaciones distorsionadas y falsas. En Alemania nadie cuestiona ya el tema de los gitanos, porque Leni Riefenstahl ha demostrado dos veces ante los tribunales, una en 1949 y la segunda 40 años después, que los gitanos que participaron en su película no vivían en un campo de concentración y que en 1941 el régimen nazi no había iniciado su política de exterminio. Antes de invitarla, nosotros nos hemos documentado bien y sabemos que estas acusaciones son absurdas. No tenemos porqué pedir perdón a nadie', comentó ayer Javier de la Puerta, director general de Andalucía Olímpica.
'Desconozco el caso de esta señora, pero lo que sí sé es que el artista tiene que ser receptor de lo que ocurre en su entorno. Tiene que convertirse en portavoz de las necesidades de su pueblo', comentó ayer el director de teatro y fundador de La Cuadra, Salvador Távora.
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