Maestro del ritmo

Se había prometido a sí mismo no volver a tocar los números de La Perfecta. Nunca digas nunca jamás. La insistencia del trombonista Doug Beavers obró el milagro y ha nacido ahora La Perfecta II. La original se formó en 1961, en plena moda de las charangas, y se desbarató siete años más tarde. Era un conjunto con dos trombones en primera línea que causó un gran impacto.

Eddie Palmieri ofreció casi veinte minutos de piano. Un derroche de cultura musical con el Steinway. Luego presentó a los ocho músicos -entre ellos, Joe Santiago (bajo), Brian Lynch (trompeta), José Clausell (timbales) y Hermán Olivera (voz)- para una apabullante sesión de jazz latino y salsa con números como Tirándote flores o Sujétate la lengua.

Con el ritmo en primer lugar. Palmieri no es un músico complaciente, su obra siempre se caracterizó por ser vibrante y experimental. Se despidieron con una compleja comparsa y se le pidió Vámonos pa'l monte. No hubo más. Según él, salían de viaje a las cinco de la mañana.