Los joyeros de Alicante piden policía especial contra los atracos

El Gremio de Joyeros de Alicante exigió ayer a la Administración más medidas de seguridad para garantizar su actividad comercial, azotada en los últimos dos años por una oleada de atracos contra sus negocios. El presidente del Gremio, Antonio Sanz, lamentó la pérdida de la figura del policía de barrio, figura creada por el Plan de Policía 2000 que consistía en adscribir a cada distrito un agente que conociera a los comerciantes y vecinos de la zona. El gremio ha solicitado reunirse con el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Cotino para exponerle sus problemas.

Los joyeros demandan al Gobierno que 'reactive la policía de barrio o de proximidad, y que se establezcan planes similares en aquellas demarcaciones donde no actúa la Policía Nacional. Los joyeros consideran que es necesario una mayor y mejor dotación de agentes para actuar en caso de atracos a joyerías, 'pero que sirva también para hacer frente al aumento de la delincuencia que se está experimentando', planteó Sanz. Las joyerías de Alicante han sufrido en los primeros 10 meses de este año más de 30 atracos, lo que supone unas pérdidas estimadas en cuatro millones de euros. El número de robos a joyerías, según datos de la asociación, supone el 34% de los sufridos en toda España.

Cuatro millones de pérdidas

Para atajar esta situación, la junta de gobierno del gremio acordó solicitar la creación de una brigada policial especializada en robos a joyerías. 'Es necesario contar con un grupo de investigadores especializados para combatir a estos grupos, que están formados por gente muy especializados', explicó el presidente de la asociación. Estos grupos, según Sanz, disponen de importantes redes para la introducción de la mercancía robada en otros países y para el blanqueo del dinero obtenido de su ilícita actividad.

Otra de las medidas fundamentales para combatir el aumento de los atracos a las joyerías, según este gremio, es el endurecimiento de las penas. El gremio considera fundamental el establecimiento de la prisión preventiva para los detenidos por atracos, 'antes de que se puedan deshacer de las piezas robadas' y la aplicación de los denominados juicios rápidos. Esta oleada de robos en las joyerías, según el gremio, pone en peligro al sector después de 'dos años de claro retroceso en las ventas, debido a la coyuntura económica'. La reducción de los beneficios y el aumento de las primas de los seguros provocará que algunas joyerías no puedan contratar seguros el próximo año.