La velocidad en las rondas de Barcelona será controlada por radares móviles

Objetivo: prevenir. El Ayuntamiento de Barcelona instalará a partir del próximo mes de enero ocho radares en las rondas con el fin de que los conductores respeten el límite de velocidad y disminuyan los accidentes. El funcionamiento de los radares será parecido a las cámaras fotográficas que el año pasado se instalaron en siete cruces de la ciudad. Desde la instalación de estas cámaras, los accidentes causados por conductores que se saltan los semáforos se han reducido en el 71% y la Guardia Urbana ha tramitado 1.750 denuncias a partir de infracciones detectadas por el dispositivo. A tenor del éxito, el Ayuntamiento piensa instalar 50 nuevas cámaras de control semafórico.

El Ayuntamiento de Barcelona ha licitado ya la instalación de ocho radares de control de velocidad en las rondas de Dalt y Litoral y está previsto que comiencen a operar a principios del año que viene, según explicó ayer el concejal de Movilidad, Francesc Narváez. Al igual que las cámaras instaladas en los semáforos, los radares harán una fotografía cada vez que detecten una infracción, de forma que ésta sirva de prueba cuando se tramite la denuncia. Además, en el futuro, los conductores denunciados podrán ver la imagen de su infracción por Internet.

El Ayuntamiento instalará 22 soportes fijos que cubrirán los 32 kilómetros de rondas y los radares cambiarán periódicamente de ubicación 'para que los conductores no se acostumbren', según afirmó Narváez. 'Los sistemas de control no pretenden ser castigadores, sino preventivos y estamos convencidos de que son un buen instrumento para mejorar la seguridad', manifestó. Sobre la intencionalidad expresa de no informar sobre la ubicación de los radares, el concejal argumentó que 'las 84 señales que indican el límite de velocidad de 80 kilómetros por hora son suficientes para que nadie pueda decir que no le han avisado'.

En el otro frente, el que pretende atajar la desobediencia ante los semáforos, el responsable de movilidad recordó que esta indisciplina es la segunda causa de los accidentes que se producen en la ciudad y expresó su 'satisfacción' por los resultados de la instalación de cámaras fotográficas en siete cruces.

Las cámaras fueron instaladas entre los meses de marzo y mayo y, desde su puesta en marcha, los accidentes causados por conductores que pasan el semáforo en rojo se han reducido en el 71%, ya que han pasado de 14 a 4. La disminución total de la siniestralidad, tanto por desobedecer el semáforo como por otras causas, ha sido del 34%, pues se ha pasado de 55 accidentes a 41.

Narváez explicó que una de las claves del éxito de las cámaras es que la mayoría de usuarios de los cruces son siempre los mismos conductores y que la 'efectiva' señalización de los puntos de control ha tenido el efecto disuasorio deseado y ha repercutido positivamente en su conducta.

Aunque todavía no hay fecha, el Ayuntamiento ha decidido ampliar a 50 cruces de la ciudad el control fotográfico de obediencia a los semáforos. Así mismo, se ha descartado utilizar cámaras de vídeo para controlar los cruces, porque su sistema de infrarrojos registra cualquier movimiento, 'incluso los que no tienen nada que ver con el tráfico', según explicó Narváez.

El uso de cámaras para plasmar la indisciplina viaria de los conductores se ha aplicado ya en otras ciudades del mundo con gran éxito. Así, en ciudades de Estados Unidos y Australia, han logrado reducir la siniestralidad entre el 29% y el 50%.