La desesperada búsqueda de Dónovan

Hace ocho meses que Dónovan Párraga se marchó de su casa, en la urbanización La Beltraneja de Trijueque (Guadalajara). Las últimas palabras que cruzó con Gloria, su madre, fueron sobre la clase de yudo a la que se encaminaba. Cerró la puerta vestido con un pantalón vaquero azul y un jersey blanco a juego con las zapatillas. Aquel 27 de febrero tenía 12 años, en agosto cumplió 13, pero ni sus padres ni sus amigos pudieron felicitarle ese día. Nadie sabe dónde fue aquella tarde de invierno en la que nunca llegó a ponerse el yudogi.

El Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid lanzó ayer una campaña para intentar acabar con tantos meses de silencio. Empresarios, asociaciones de vecinos, compañías de transporte y un grupo de famosos van a colaborar durante los próximos dos meses en la búsqueda de Dónovan. Incluso la empresa de productos lácteos Pascual ha lanzado ocho millones de yogures en los que figura la foto del menor y dos teléfonos para que quien tenga noticias de él llame.

Las últimas pistas señalan que podría estar entre Alcalá de Henares, Mejorada del Campo y Vicálvaro

'Se trata de la primera vez que se lanza en España una campaña tan exhaustiva para buscar a alguien', explica el defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades. 'La idea de incluir en los yogures la foto de Dónovan es algo que en otros países, como Estados Unidos, se hace de manera habitual cuando se busca a personas desaparecidas', añade.

Paco y Gloria, los padres de Dónovan, presentaron ayer la campaña. Están más unidos que nunca en el empeño de encontrar a su hijo, aunque hace tiempo que ellos ya no viven juntos. Gloria está destrozada, el tiempo, dice, le pesa cada vez más. 'Yo le siento vivo. En ningún momento se me ha pasado por la cabeza la idea de que haya muerto. Cada día, cuando me levanto, pienso que más puedo hacer para que mi hijo vuelva a casa'.

La policía sigue trabajando en el caso y las llamadas de teléfono de gente que dice haberle visto tampoco han dejado de sonar. Todas se comprueban. 'El 16 de marzo se recibió una en casa de su abuela materna que nos hace pensar que está vivo pero que algo le impide volver', cuenta Gloria.

Dónovan es un chico alto para su edad. Cuando se marchó de casa medía 1,61 metros. Tiene el pelo rubio y liso. 'Cuando camina echa hacia delante el cuerpo y lleva los brazos pegados al cuerpo', precisa su madre. 'Es un chaval algo tímido. He pensado de todo pero creo que si no llama es porque alguien le retiene, porque no es dueño de sus actos o simplemente no se atreve a hacerlo por el tiempo que ha pasado desde que se fue'.

Según las últimas noticias que han recibido Gloria y Paco, su hijo podría encontrarse en un triángulo formado por las localidades madrileñas de Alcalá de Henares, Mejorada del Campo y Vicálvaro. 'Todas las semanas recibimos no menos de 12 o 14 llamadas de personas que dicen haberlo visto', explica Paco. 'Nos han contado que lleva el pelo corto, que viste casi siempre con un chándal azul y que parece mantener una actitud de despiste', añade. Esas noticias indican que el chaval 'va acompañado de chicos dos o tres años mayores que él'.

'Si Dónovan no está en casa es por culpa de todos, de los padres, de los educadores y de los psicólogos', se lamenta Paco. 'Dónovan es un chico muy tímido y muy sereno. Hablar con él es sencillo. Si alguien le ve que se acerque, no tendrá una reacción violenta, o, si prefieren, que nos llamen'.

Un total de 250.000 carteles con su imagen y descripción física serán repartidos por más de 240 empresas y colectivos de la región. La imagen de Dónovan podrá verse también en los próximos días en 60.000 comercios madrileños; cerca de 16.000 taxis y más de 200 camiones de transporte por carretera, así como gasolineras, talleres de automóviles, concesionarios, zapaterías y cines de la región y de otras ciudades de España mostrarán su foto. A la iniciativa se unirá incluso hasta el Frente Atlético, que desplegará el próximo fin de semana una pancarta gigante en el estadio Vicente Calderón con su rostro.