Londres critica el proyecto de Constitución europea
Las críticas y recelos más contundentes contra el esquema de Constitución europea procedieron ayer de los representantes del Reino Unido, cuyo Gobierno se oponía hasta hace un mes a la elaboración de una Carta Magna para la UE. También desde los países nórdicos coincidieron con Londres al estimar que el texto va demasiado lejos porque marca una tendencia federal para Europa. El resto de países, con Alemania y Francia a la cabeza, saludaron el proyecto y lo consideraron una buena base de partida para que los ciudadanos europeos cuenten en 2004 con una Constitución.
Peter Hain, representante del Gobierno británico en la Convención, calificó ayer en Bruselas de 'probable confusión inútil' la doble ciudadanía, europea y nacional, que prevé el anteproyecto, a la vez que rechazó incluso el posible cambio de nombre de la Unión Europea. En posteriores declaraciones a la BBC, dijo que Londres no aceptará la apelación de 'Estados Unidos de Europa' y que la de 'Europa Unida' le recuerda al nombre de un equipo de fútbol, en referencia al Manchester United. Hain insistió en la ya habitual tesis británica de que la UE es una 'unión de Estados soberanos, y no un superestado federal'.
'No debemos ir hacia un Estado federal', afirmó en una línea similar en conferencia de prensa en Helsinki el primer ministro sueco, Goran Persson, mientras los jefes de Gobierno de Finlandia y Dinamarca, Paavo Lipponen y Anders Fogh Rasmussen, respectivamente, expresaron sus temores a que de esa Constitución se derive un mayor peso de los Estados grandes en perjuicio de los pequeños. Persson, que asistía con los citados al Consejo Nórdico, afirmó que el anteproyecto recoge 'unas interesantes ideas, pero sólo unas ideas'.
Un compromiso equilibrado
En el terreno opuesto destacaron en sus intervenciones de ayer en la Convención alemanes y franceses. El eurodiputado alemán Klaus Hänsch dijo que el anteproyecto refleja un 'realismo alentador' y que la 'Unión adquirirá una estatura a escala mundial'. Para el también eurodiputado alemán Elmar Brok, se trata de 'un compromiso equilibrado', pero ambos, como el día anterior hizo el superministro Joschka Fischer, abogaron por una carga federal más fuerte. Para el francés Pierre Moscovici, el texto es una base de trabajo 'incontestable e incontestada'. Ayer mismo, el canciller alemán, Gerhard Schröder, anunció una más 'estrecha colaboración' con Francia para pactar el futuro de Europa.
La mayoría de países, como declaró ayer el presidente de la Convención, Giscard d'Estaing, han reaccionado ante el texto 'de forma alentadora'. Giscard comentó que ya ha pensado cuál puede ser el lema o divisa de la Unión: 'Libertad, justicia, solidaridad'. Dejó en el aire, sin embargo, cómo deberá ser ratificada en el futuro esa Constitución o qué pasará si un país la rechaza. Para los socialistas españoles, una Carta Magna debe ser sometida a referéndum en toda la UE.
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