El Parlament decide mañana si dota a Cataluña de una ley del paisaje

Penedès: ¿viñas o industrias? Priorat: ¿uva o molinos de viento? Costa Brava: ¿golf, urbanizaciones o pinedas? Son algunos de los debates urbanísticos que están vivos en Cataluña. Los socialistas han presentado una ley, que el Parlament tiene que votar mañana, cuyo objetivo es evitar un proceso de degradación del paisaje y, en lo posible, recuperar el ya masacrado por la desidia o por la pura especulación.

'Paisaje es todo, no sólo lo pintoresco', afirma el diputado del PSC Oriol Nel.lo, que mañana será el encargado de defender la ley del paisaje. Una ley que busca acabar con las tensiones que provoca la necesidad de decidir si un territorio se destina a viñas o a polígonos industriales, si se destina a la ocupación turística o tiene que soportar el paso de un tren o una carretera. En la Costa Brava, señala, hay poblaciones que han multiplicado su suelo ocupado por cinco (L'Escala y Santa Cristina d'Aro) y otras que lo han duplicado (Blanes). Se trata de un asunto grave en un territorio como Cataluña, donde el paisaje forma parte de la principal fuente de ingresos: el turismo.

Los socialistas plantean que el paisaje sea tenido en cuenta a la hora de proponer una determinada actividad. Nel.lo recuerda una pregunta hecha por los habitantes del Montsant, cuyas cumbres pueden ser ocupadas por parques eólicos: ¿se pueden instalar molinos de viento en las cimas de Montserrat? Y es que el paisaje es medio físico y naturaleza transformada por la mano del hombre. El paisaje es recurso natural, pero comporta también factores de identificación sentimental. Y no deja de ser un indicador de calidad ambiental, además de un patrimonio cultural e histórico.

De forma que se trata de proteger lo que hay y, a la vez, recuperar lo que se pueda. De ahí que la ley proponga la creación de un instituto catalán del paisaje que actúe de forma coordinada con los ayuntamientos, que son los que mejor conocen el medio.

Pero el PSC no puede ya dedicarse a la pura promesa electoral. La mecánica del gobierno en la sombra, al que Nel.lo pertenece, exige garantizar la financiación de los proyectos que se proponen. Así, en este caso se prevé que todas las actuaciones en suelo no urbanizable estén gravadas con el 1% del presupuesto. Con ello se habilitaría un fondo para actuar en los lugares que fuera necesario, siempre a propuesta municipal.

El suelo no urbanizable es aquel donde no se puede construir, pero con frecuencia se utiliza para infraestructuras, granjas, depuradoras, etcétera. De ahí que se grave esa actividad y no la urbanística. La izquierda ha anunciado que votará la propuesta socialista. La derecha (CiU y el PP) se lo está pensando.